Radiología
Esquema de la Guía
- Objetivo de la guía.
- Importancia de la radiología en la medicina actual.
- Público objetivo: estudiantes, residentes y profesionales de la salud.
2.1. Concepto e Historia
2.2. Principios Básicos de Radiación
- Tipos de radiación: ionizante y no ionizante.
- Interacción con la materia.
- Ley de atenuación exponencial y dosis de radiación.
2.3. Modalidades de Imagenología
- Radiografía
- Tomografía Computarizada (TC)
- Resonancia Magnética (RM)
- Ecografía
2.4. Ética y Seguridad en Radiología
- Consentimiento informado
- Justificación y optimización de la dosis
- Protección radiológica y confidencialidad
3.1. Principios de formación de imagen
3.2. Anatomía radiográfica básica
3.3. Técnicas y proyecciones radiográficas
3.4. Interpretación de radiografías simples
4.1. Principios físicos de la TC
4.2. Protocolos de exploración
4.3. Artefactos en TC
4.4. Interpretación de imágenes
5.1. Principios físicos
5.2. Secuencias de pulso
5.3. Protocolos por regiones anatómicas
5.4. Aplicaciones clínicas
6.1. Principios físicos
6.2. Técnicas de exploración (2D, Doppler, 3D/4D, contraste)
6.3. Aplicaciones clínicas
6.4. Doppler y evaluación del flujo sanguíneo
7.1. Principios y técnicas
7.2. Procedimientos comunes: biopsias, drenajes, angiografía, ablaciones
7.3. Complicaciones y manejo
8.1. Radiología Pediátrica
8.2. Radiología Geriátrica
8.3. Principios de dosis y seguridad en estas poblaciones
9.1. Abordaje diagnóstico en situaciones críticas
9.2. Protocolos rápidos de imagen
9.3. Identificación de lesiones frecuentes
10.1. Radiología Musculoesquelética
10.2. Imagenología Cardiovascular
10.3. Imagenología Mamaria
10.4. Radiología Oncológica
- Resumen de aprendizajes clave
- Bibliografía recomendada
- Guías clínicas y protocolos actualizados
- Recomendaciones de plataformas digitales o software de imagen
Audio Resumen
Guía de Radiología
1. Introducción General
Objetivo de la guía
La presente guía universitaria de radiología tiene como propósito fundamental ofrecer un recurso académico integral que abarque los conocimientos esenciales y avanzados de la imagenología médica. Está diseñada para proporcionar una comprensión profunda de los principios físicos, técnicos y clínicos que sustentan las distintas modalidades radiológicas utilizadas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. La guía pretende consolidarse como una herramienta de apoyo didáctico en el proceso formativo de estudiantes de medicina, residentes en diversas especialidades clínicas, y profesionales de la salud que desean actualizar sus conocimientos o fortalecer su competencia en la interpretación y aplicación clínica de los estudios por imágenes.
Más allá de transmitir información teórica, esta guía busca fomentar el pensamiento crítico y la capacidad de análisis diagnóstico, aspectos claves para el ejercicio responsable de la medicina moderna. Asimismo, promueve el uso ético y seguro de las tecnologías radiológicas, subrayando la importancia de la justificación clínica, la optimización de dosis y la protección del paciente como principios rectores de la práctica radiológica. De esta forma, el lector podrá adquirir no solo habilidades técnicas, sino también una comprensión integral del papel que desempeña la radiología en el contexto clínico interdisciplinario.
Importancia de la radiología en la medicina actual
La radiología se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la medicina contemporánea. Gracias al desarrollo acelerado de tecnologías de imagen como la tomografía computarizada (TC), la resonancia magnética (RM), la ecografía (ultrasonido) y la radiología intervencionista, el diagnóstico de múltiples patologías se ha vuelto más rápido, preciso y menos invasivo. Esto ha permitido a los profesionales de la salud tomar decisiones clínicas más informadas, reducir la necesidad de procedimientos quirúrgicos innecesarios y mejorar el pronóstico de una gran variedad de enfermedades.
En la práctica clínica diaria, la radiología está presente en casi todas las especialidades médicas: desde la atención de urgencias y la medicina interna, hasta la pediatría, ginecología, traumatología, neurología, oncología, entre muchas otras. La posibilidad de observar en tiempo real estructuras anatómicas, lesiones traumáticas, masas tumorales, alteraciones vasculares o procesos infecciosos ha revolucionado el abordaje diagnóstico y terapéutico.
Además, la radiología no se limita únicamente al diagnóstico. La subespecialidad de radiología intervencionista ha abierto el camino a procedimientos terapéuticos guiados por imagen que permiten, por ejemplo, realizar drenajes, biopsias, embolizaciones, colocación de catéteres o ablaciones tumorales sin necesidad de cirugía abierta, lo que representa un avance significativo en términos de recuperación del paciente, morbilidad y costos hospitalarios.
Público objetivo: estudiantes, residentes y profesionales de la salud
Esta guía está dirigida a un público heterogéneo dentro del campo de las ciencias de la salud, adaptándose a distintos niveles de formación y experiencia. Para los estudiantes de medicina, representa una introducción estructurada, clara y comprensible al mundo de la imagenología, con conceptos básicos explicados de forma progresiva y contextualizada. Su diseño busca apoyar tanto el aprendizaje autónomo como la formación guiada en entornos académicos universitarios.
Para los residentes de medicina en diversas especialidades, la guía funciona como un manual de consulta rápida y como una herramienta de profundización que permite reforzar conceptos, entender protocolos de imagen específicos por órgano o patología, y aplicar criterios de interpretación sistemática en casos clínicos reales. También ofrece una perspectiva actualizada sobre las indicaciones clínicas y las limitaciones de cada modalidad diagnóstica.
Finalmente, para los profesionales de la salud ya formados, la guía puede ser un recurso útil de actualización continua, especialmente en un campo tan dinámico como la radiología, donde la tecnología, los protocolos clínicos y los estándares de seguridad evolucionan constantemente. Médicos generales, especialistas, tecnólogos médicos, enfermeros y otros profesionales vinculados a la atención clínica pueden beneficiarse de esta guía como una fuente confiable de información y referencia.
2. Fundamentos de la Radiología
2.1. Concepto e Historia
Concepto de Radiología
La radiología es la especialidad médica que se encarga del estudio y la aplicación de diversas técnicas de imagen con el objetivo de diagnosticar y, en muchos casos, tratar enfermedades. A través de la utilización de diferentes tipos de energía —principalmente radiación ionizante, ondas sonoras o campos magnéticos—, la radiología permite visualizar estructuras internas del cuerpo humano de manera no invasiva, contribuyendo de forma crucial a la toma de decisiones clínicas.
Esta disciplina abarca una gran variedad de modalidades, como la radiografía convencional, la tomografía computarizada, la resonancia magnética, la ecografía y la radiología intervencionista. Cada una de estas técnicas tiene indicaciones específicas, ventajas y limitaciones, por lo que el conocimiento profundo de sus fundamentos físicos, aplicaciones clínicas y aspectos de seguridad es esencial para una práctica médica adecuada y responsable.
Historia de la Radiología
La historia de la radiología comienza con un descubrimiento que marcó un antes y un después en la medicina moderna: el hallazgo de los rayos X por el físico alemán Wilhelm Conrad Roentgen en 1895. Mientras experimentaba con tubos de rayos catódicos, Roentgen notó una emisión de radiación invisible que podía atravesar ciertos materiales y proyectar imágenes sobre una placa fotográfica. Su famosa radiografía de la mano de su esposa —donde se visualizan claramente los huesos y el anillo— se convirtió en la primera imagen radiológica de la historia y dio inicio a una revolución médica.
Pocos años después, Marie y Pierre Curie contribuyeron al avance de la radiología con el descubrimiento del radio y el polonio, elementos fundamentales para la comprensión de la radiactividad. Durante la Primera Guerra Mundial, Marie Curie impulsó el uso de unidades móviles de rayos X, conocidas como “petites Curies”, lo que permitió el diagnóstico rápido de fracturas y lesiones en el campo de batalla, salvando innumerables vidas.
A lo largo del siglo XX, la radiología evolucionó vertiginosamente. En la década de 1970 se introdujo la tomografía computarizada (TC), desarrollada por Godfrey Hounsfield y Allan Cormack, lo cual permitió obtener cortes transversales del cuerpo con alta precisión. En los años 80 se popularizó el uso de la resonancia magnética (RM), basada en campos magnéticos y ondas de radio, que ofrecía imágenes con gran detalle de tejidos blandos sin utilizar radiación ionizante. Paralelamente, la ecografía se consolidó como una técnica segura y accesible, especialmente útil en obstetricia, pediatría y cardiología.
Más recientemente, la radiología intervencionista ha permitido utilizar la imagen para guiar procedimientos terapéuticos con mínima invasividad. Este enfoque ha revolucionado el tratamiento de múltiples patologías, desde enfermedades vasculares hasta ciertos tipos de cáncer. Hoy en día, la radiología está íntimamente integrada a la medicina personalizada, la inteligencia artificial, y el análisis computacional avanzado, marcando el rumbo hacia una imagenología más precisa, predictiva y preventiva.
2.2. Principios Básicos de Radiación
Tipos de radiación: ionizante y no ionizante
En el contexto de la radiología, es fundamental comprender que las técnicas de imagen se basan en distintos tipos de radiación. Estos se clasifican en radiación ionizante y radiación no ionizante, según su capacidad de alterar la estructura atómica de la materia.
La radiación ionizante posee suficiente energía para arrancar electrones de los átomos y moléculas, produciendo iones. Este tipo de radiación es utilizado en técnicas como la radiografía, la tomografía computarizada (TC) y los procedimientos de radiología intervencionista. Ejemplos de radiación ionizante incluyen los rayos X y los rayos gamma. Aunque son altamente útiles en diagnóstico médico, también implican riesgos biológicos, como daño al ADN y efectos estocásticos (como el cáncer), por lo que deben usarse bajo principios de justificación y optimización de la dosis.
Por otro lado, la radiación no ionizante no tiene suficiente energía para producir ionización. Se encuentra en modalidades como la ecografía, que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia, y la resonancia magnética (RM), que emplea campos magnéticos y ondas de radio. Estas técnicas son consideradas más seguras para el paciente, ya que no conllevan riesgo radiobiológico directo, aunque también deben ser utilizadas con criterio clínico y conocimiento técnico.
Interacción con la materia
La interacción de la radiación con los tejidos corporales es la base para la formación de las imágenes médicas. En el caso de la radiación ionizante, como los rayos X, los principales mecanismos de interacción incluyen:
- Absorción fotoeléctrica: ocurre cuando un fotón es absorbido completamente por un electrón de un átomo, lo que contribuye al contraste de la imagen, especialmente entre tejidos de diferentes densidades, como hueso y tejido blando.
- Dispersión Compton: sucede cuando un fotón colisiona con un electrón y cambia de dirección, perdiendo parte de su energía. Este fenómeno puede reducir la calidad de la imagen al generar “ruido”, pero también es aprovechado en técnicas de reconstrucción más avanzadas.
- Transmisión: parte de la radiación atraviesa los tejidos sin interacción significativa, alcanzando el detector o placa y formando la imagen final.
En técnicas como la resonancia magnética, la interacción con la materia se basa en el comportamiento de los protones (particularmente los del hidrógeno) al ser sometidos a campos magnéticos potentes. La ecografía, en cambio, depende del eco generado por la reflexión de ondas sonoras al cambiar de medio, como al pasar de músculo a hueso o de líquido a tejido sólido.
Ley de atenuación exponencial y dosis de radiación
La atenuación es el fenómeno por el cual la intensidad de un haz de radiación disminuye al atravesar un medio. Esta disminución sigue una relación exponencial, descrita por la ecuación:
I = I₀ · e^(–μx)
Donde:
- I es la intensidad de radiación que emerge del material
- I₀ es la intensidad inicial del haz
- μ es el coeficiente de atenuación del material (depende de su densidad y composición)
- x es el espesor del material atravesado
Esta ley es fundamental para entender cómo se genera el contraste en las imágenes: los tejidos que atenuan más (como el hueso) aparecerán más blancos, mientras que los que dejan pasar la radiación (como el aire o la grasa) se verán más oscuros.
En cuanto a la dosis de radiación, se refiere a la cantidad de energía absorbida por el cuerpo al ser expuesto a radiación ionizante. Se mide en grays (Gy) para dosis absorbida, y en sieverts (Sv) para dosis efectiva, que tiene en cuenta el tipo de radiación y la sensibilidad del tejido expuesto. El conocimiento de las dosis es esencial para limitar los riesgos y aplicar el principio ALARA (As Low As Reasonably Achievable), que busca minimizar la exposición sin comprometer la calidad diagnóstica.
2.3. Modalidades de Imagenología
Radiografía
La radiografía convencional es la técnica más antigua y aún una de las más utilizadas en la práctica clínica. Utiliza rayos X para producir imágenes bidimensionales del cuerpo, capturando las diferencias en la absorción de la radiación por parte de los distintos tejidos. Los materiales densos, como los huesos, atenúan más la radiación y aparecen blancos, mientras que tejidos blandos o el aire se ven más oscuros.
Se utiliza ampliamente para evaluar estructuras óseas (fracturas, deformidades), tórax (infecciones, enfermedades pulmonares, insuficiencia cardíaca), abdomen (oclusión intestinal, cuerpos extraños) y articulaciones. Es una técnica rápida, de bajo costo y con amplia disponibilidad, aunque limitada en la evaluación de estructuras profundas o superpuestas. Además, al usar radiación ionizante, requiere precauciones en poblaciones vulnerables como embarazadas o niños.
Tomografía Computarizada (TC)
La tomografía computarizada representa una evolución tecnológica significativa respecto a la radiografía. Emplea rayos X en combinación con sistemas computarizados que permiten obtener cortes axiales (transversales) del cuerpo con alta resolución espacial. Las imágenes pueden reconstruirse en múltiples planos e incluso en 3D.
Se utiliza en neurología (hemorragias, infartos, tumores), traumatología (fracturas complejas), oncología (estadificación de cáncer), medicina de urgencias (trauma abdominal, tromboembolismo pulmonar) y muchas otras áreas. Aunque su capacidad diagnóstica es elevada, implica dosis de radiación más altas que otros métodos, por lo que debe usarse bajo indicación justificada y con protocolos optimizados.
Resonancia Magnética (RM)
La resonancia magnética es una modalidad avanzada que no utiliza radiación ionizante, sino campos magnéticos y ondas de radio para generar imágenes detalladas, especialmente de tejidos blandos. Su principio se basa en la alineación y posterior relajación de protones del cuerpo cuando son expuestos a un campo magnético, fenómeno que se traduce en señales detectables por el equipo.
Es la técnica de elección para el estudio del sistema nervioso central (cerebro, médula espinal), columna vertebral, articulaciones, músculos, pelvis femenina, y ciertos órganos abdominales. También es fundamental en el diagnóstico oncológico y cardiovascular. Aunque ofrece excelente contraste de tejidos, tiene limitaciones como mayor costo, menor disponibilidad, duración prolongada del examen y contraindicación en pacientes con ciertos implantes metálicos.
Ecografía (ultrasonido)
La ecografía médica es una técnica de imagen basada en el uso de ondas sonoras de alta frecuencia que se reflejan al atravesar los tejidos, generando una imagen en tiempo real. Es una modalidad segura, portátil, económica y sin riesgos por radiación, lo que la hace ideal para su uso en embarazadas, neonatos y pacientes críticos.
Se utiliza en múltiples áreas: obstetricia (seguimiento del embarazo), cardiología (ecocardiografía), abdomen (vesícula, hígado, riñones), urología, ginecología, musculoesquelético, tiroides y vasos sanguíneos (modo Doppler). Permite la evaluación dinámica y guiada de estructuras, siendo también útil en procedimientos intervencionistas como punciones y biopsias. Sus limitaciones incluyen la dependencia del operador y la dificultad para visualizar estructuras profundas o rodeadas de aire (como el pulmón) o hueso.
2.4. Ética y Seguridad en Radiología
La práctica de la radiología, al igual que todas las disciplinas médicas, debe regirse por principios éticos sólidos y por normas de seguridad que garanticen el bienestar del paciente. Esto cobra especial relevancia en radiología debido al uso de tecnologías que, si bien son altamente beneficiosas, implican riesgos potenciales como la exposición a radiación ionizante o el acceso a información sensible.
Consentimiento informado
El consentimiento informado es un pilar fundamental de la ética médica. En radiología, implica que el paciente reciba información clara, suficiente y comprensible sobre el procedimiento que se le va a realizar, incluyendo sus beneficios, riesgos, alternativas disponibles y posibles complicaciones. Esto permite que el paciente tome una decisión voluntaria y consciente sobre su atención médica.
Este proceso cobra mayor importancia en estudios que implican inyecciones de contraste, procedimientos intervencionistas o exploraciones que conllevan una exposición significativa a la radiación. Además, en poblaciones especiales (como menores o personas con discapacidad cognitiva), debe obtenerse el consentimiento a través de tutores legales, siempre respetando los derechos y la dignidad del paciente.
Justificación y optimización de la dosis
Dos principios clave en radioprotección son la justificación y la optimización.
- Justificación significa que toda exposición a radiación debe estar clínicamente indicada; es decir, que el beneficio esperado del estudio supera cualquier riesgo potencial. No debe realizarse ningún estudio si no existe una razón médica válida.
- Optimización, por su parte, implica aplicar el principio ALARA (As Low As Reasonably Achievable), que busca minimizar la dosis de radiación al nivel más bajo posible sin comprometer la calidad diagnóstica de la imagen.
Los protocolos deben ser ajustados a la edad, el tamaño corporal y el contexto clínico del paciente. En pediatría, por ejemplo, se aplican técnicas específicas de reducción de dosis, ya que los niños son más sensibles a los efectos de la radiación. Asimismo, se fomenta el uso de modalidades no ionizantes, como la ecografía o la RM, cuando es clínicamente viable.
Protección radiológica y confidencialidad
La protección radiológica engloba un conjunto de medidas destinadas a salvaguardar tanto al paciente como al personal sanitario y al público en general de los efectos nocivos de la radiación. Estas medidas incluyen:
- Uso de blindajes (delantales plomados, gafas protectoras, barreras físicas)
- Mantenimiento y control de calidad de los equipos
- Capacitación constante del personal
- Monitoreo de dosis acumuladas mediante dosímetros personales
- Señalización de zonas controladas y restricciones de acceso
Además de la seguridad física, la confidencialidad de la información radiológica debe ser estrictamente respetada. Las imágenes y los informes diagnósticos forman parte del historial médico del paciente y deben manejarse con responsabilidad. El acceso a esta información debe limitarse al personal autorizado, y su almacenamiento y transmisión deben cumplir con normativas éticas y legales, incluyendo regulaciones como la Ley General de Protección de Datos Personales en el ámbito sanitario.
3. Radiografía Convencional
3.1. Principios de formación de imagen
La radiografía convencional se basa en la utilización de rayos X, un tipo de radiación electromagnética ionizante, para generar imágenes bidimensionales del interior del cuerpo humano. Esta técnica se fundamenta en principios físicos relativamente sencillos, pero su correcta comprensión es esencial para lograr imágenes de calidad diagnóstica y para interpretar adecuadamente los hallazgos.
Generación de rayos X
Los rayos X son producidos en un tubo de rayos X, que forma parte del equipo radiológico. En este tubo, los electrones son emitidos desde un cátodo y acelerados hacia un ánodo mediante una diferencia de potencial. Al impactar contra el ánodo (normalmente de tungsteno), los electrones liberan energía en forma de rayos X. Esta radiación es luego dirigida hacia el cuerpo del paciente.
El haz de rayos X atraviesa los tejidos del cuerpo y sufre atenuación diferencial: los tejidos más densos, como el hueso, absorben más radiación y aparecen blancos (radiopacos) en la imagen, mientras que los tejidos menos densos, como el aire en los pulmones, dejan pasar más radiación y se ven negros (radiolúcidos). Los tejidos blandos (músculo, grasa, órganos) presentan grados intermedios de atenuación, lo que permite diferenciarlos en la imagen radiográfica.
Componentes clave en la formación de la imagen
- Fuente de radiación (tubo de rayos X): responsable de la emisión controlada del haz.
- Paciente: objeto que atenúa los rayos X de manera variable, según sus características anatómicas y densidad.
- Receptor de imagen: puede ser una placa radiográfica (en sistemas analógicos), un chasis con pantalla de fósforo (radiografía computarizada, CR) o un detector digital (radiografía digital directa, DR).
- Procesamiento de imagen: en sistemas digitales, el procesamiento posterior permite ajustar brillo, contraste y nitidez, mejorando la interpretación clínica.
Factores que influyen en la calidad de imagen
- kVp (kilovoltaje pico): determina la energía del haz. Un mayor kVp produce rayos X más penetrantes y reduce el contraste, útil en estudios torácicos. Un kVp más bajo da mejor contraste, ideal para huesos.
- mAs (miliamperios por segundo): afecta la cantidad de radiación emitida. Un mayor mAs aumenta la dosis y el brillo de la imagen.
- Distancia foco-receptor: influye en la magnificación y nitidez. Mayor distancia reduce la distorsión geométrica.
- Colimación: delimita el área irradiada, mejorando la calidad de imagen y reduciendo la dosis al paciente.
- Movimiento del paciente: puede generar artefactos borrosos que dificultan la interpretación.
Limitaciones de la radiografía
Aunque es una técnica valiosa por su rapidez, bajo costo y amplia disponibilidad, la radiografía tiene limitaciones inherentes a su naturaleza bidimensional. Las estructuras pueden superponerse, lo que dificulta la identificación de lesiones pequeñas o sutiles. Además, la sensibilidad para detectar alteraciones en tejidos blandos es inferior a la de otras modalidades como la TC o la RM.
3.2. Anatomía radiográfica básica
La anatomía radiográfica se refiere al estudio y reconocimiento de las estructuras anatómicas del cuerpo tal como aparecen en una imagen radiológica. A diferencia de la anatomía tradicional (vista en modelos, cadáveres o esquemas), la anatomía radiográfica exige una comprensión espacial adaptada a las proyecciones bidimensionales, los niveles de contraste y la superposición de estructuras.
El dominio de esta anatomía es indispensable para identificar hallazgos patológicos, evitar errores diagnósticos y comunicar correctamente los resultados.
Proyecciones básicas y su relevancia anatómica
Las radiografías se obtienen en proyecciones estándar, cada una con objetivos anatómicos específicos. Entre las más comunes destacan:
- Proyección posteroanterior (PA) y lateral de tórax: Permiten evaluar los pulmones, el corazón, la tráquea, el diafragma, los arcos costales y la columna torácica. La proyección PA es preferida para minimizar la magnificación del corazón.
- Proyección anteroposterior (AP): Utilizada en pacientes encamados. Aunque útil, puede distorsionar la anatomía torácica y debe interpretarse con precaución.
- Radiografías de abdomen (simple): Se usan para valorar gases intestinales, cálculos renales o vesicales, y niveles hidroaéreos. La anatomía abdominal es menos nítida por la baja diferenciación de densidades.
- Proyecciones de extremidades (anteroposterior y lateral): Se emplean para visualizar huesos largos (húmero, radio, fémur, tibia), articulaciones (codo, muñeca, rodilla, tobillo) y para detectar fracturas, luxaciones o lesiones óseas.
- Columna vertebral (cervical, torácica, lumbar): La proyección lateral permite ver cuerpos vertebrales, discos intervertebrales y la alineación general. La AP permite identificar costillas, apófisis transversas y espinosas.
- Cráneo y senos paranasales: Aunque hoy en día se evalúan preferentemente con TC, aún se realizan radiografías convencionales para estudios básicos.
Identificación anatómica en radiografías comunes
- Tórax PA
- Tráquea centrada y aérea
- Campos pulmonares simétricos
- Silueta cardíaca con contornos definidos
- Diafragma cóncavo hacia arriba
- Ángulos costofrénicos agudos
- Costillas visibles con patrón óseo normal
- Hilios pulmonares (vasos y bronquios)
- Columna lumbar lateral
- Cuerpos vertebrales rectangulares
- Discos intervertebrales visibles
- Curvatura fisiológica (lordosis)
- Apófisis espinosas en línea
- Ausencia de fracturas o colapsos
- Rodilla AP y lateral
- Fémur distal, tibia proximal y rótula visibles
- Espacio articular uniforme
- Contorno cortical óseo definido
- Posible presencia de derrame articular o cuerpos libres en lesiones
- Mano PA
- Falanges, metacarpos y huesos del carpo bien alineados
- Arcos de Gilula visibles en el carpo
- Articulaciones metacarpofalángicas simétricas
- Ausencia de fracturas, luxaciones o lesiones líticas
Dificultades comunes en la interpretación anatómica
- Superposición de estructuras: especialmente en radiografías de tórax o abdomen.
- Variaciones anatómicas: como costillas cervicales, hemivértebras o rotaciones óseas.
- Errores de posicionamiento: que pueden distorsionar la relación anatómica normal.
- Artefactos: objetos externos, cables, ropa o movimiento del paciente pueden simular patología o dificultar la interpretación.
Por ello, el entrenamiento sistemático en la lectura de radiografías —siguiendo una secuencia lógica y revisando zonas ocultas— es crucial para lograr diagnósticos precisos.
3.3. Técnicas y proyecciones radiográficas
El éxito diagnóstico de una radiografía depende en gran medida de la técnica de obtención de la imagen y de la selección adecuada de la proyección radiográfica, que permite visualizar con claridad la región anatómica de interés. Conocer las técnicas y proyecciones estándar, así como sus indicaciones clínicas, es indispensable para garantizar imágenes de alta calidad y minimizar errores diagnósticos.
Aspectos técnicos generales
- Posicionamiento del paciente
- El paciente debe colocarse en una posición que permita exponer la estructura anatómica deseada con el mínimo de superposición de otras estructuras.
- Es crucial la inmovilidad durante la exposición para evitar imágenes borrosas por movimiento.
- El uso de soportes, almohadillas y posicionadores es frecuente en ciertas proyecciones.
- Colimación
- Se debe ajustar el haz de rayos X para irradiar solo el área necesaria, lo que mejora la calidad de la imagen y reduce la exposición innecesaria a la radiación.
- Distancia foco-receptor
- Por lo general, se usa una distancia estándar de 100 a 180 cm, dependiendo de la proyección. En radiografías de tórax PA, se recomienda una distancia de 180 cm para reducir la magnificación del corazón.
- Uso de protectores
- Se deben emplear delantales plomados, protectores gonadales y tiroides, especialmente en niños y pacientes en edad fértil.
- Selección de parámetros técnicos (kVp y mAs)
- Se ajustan según el tipo de estudio, el tamaño corporal del paciente y la zona anatómica. Por ejemplo, se usan kVp bajos para extremidades (mejor contraste) y altos para tórax (mejor penetración).
Proyecciones radiográficas más comunes por región anatómica
- Tórax
- Posteroanterior (PA): estándar, paciente en bipedestación; visualiza corazón, pulmones, costillas.
- Lateral izquierda: complementa la PA, útil para valorar retrocardíaco y diafragma.
- Anteroposterior (AP): usada en pacientes encamados; menos ideal por magnificación del corazón.
- Abdomen
- AP en decúbito supino: para evaluar gases, masas o calcificaciones.
- De pie o decúbito lateral izquierdo: útil para detectar niveles hidroaéreos y neumoperitoneo.
- Extremidades superiores
- Mano PA y oblicua: para fracturas o artrosis.
- Codo AP y lateral: ideal para fracturas supracondíleas y desplazamientos.
- Hombro AP y proyección axilar: visualización de la articulación glenohumeral.
- Extremidades inferiores
- Rodilla AP y lateral: evaluación articular y fracturas.
- Tobillo AP, oblicua y lateral: estudio de lesiones maleolares.
- Pie dorsoplantar y oblicua: para fracturas y deformidades.
- Columna vertebral
- Cervical AP, lateral y oblicuas: visualización de cuerpos vertebrales, espacios intervertebrales y agujeros de conjunción.
- Lumbar AP y lateral: evaluación de alineación, fracturas, artrosis.
- Proyecciones dinámicas (flexión/extensión): valoración de estabilidad.
- Cráneo y cabeza
- Proyección de Waters: senos maxilares.
- Caldwell: senos frontales y etmoidales.
- Lateral de cráneo: estructuras óseas, silla turca, cráneo traumático.
Proyecciones especiales
En algunos casos se emplean proyecciones no estándar, adaptadas a necesidades clínicas específicas, como:
- Radiografías en estrés articular
- Proyecciones con carga (peso corporal)
- Radiografías dinámicas funcionales
- Proyecciones específicas pediátricas
La elección correcta de la proyección influye directamente en la visibilidad de lesiones. Por ejemplo, una fractura oculta en una vista AP puede evidenciarse claramente en una vista oblicua o lateral. Por ello, muchas veces se requieren múltiples proyecciones para una evaluación completa.
3.4. Interpretación de radiografías simples
La interpretación de radiografías simples es una competencia diagnóstica que combina conocimiento anatómico, razonamiento clínico y análisis sistemático. Aunque las imágenes radiográficas pueden parecer sencillas a primera vista, su correcta lectura requiere una metodología precisa para evitar errores diagnósticos y omisiones importantes.
Principios básicos de interpretación
- Verificación de datos y calidad de imagen
- Confirmar que la imagen pertenece al paciente correcto.
- Evaluar la calidad técnica: exposición adecuada, centrado anatómico, rotación, inspiración (en tórax), nitidez.
- Verificar la proyección utilizada (PA, AP, lateral, etc.).
- Lectura sistemática
- Se recomienda seguir un orden lógico, de “afuera hacia adentro” o de “lo general a lo específico”, para no pasar por alto hallazgos.
- Por ejemplo, en radiografía de tórax: revisar partes óseas → tejidos blandos → tráquea → hilios → campos pulmonares → mediastino → corazón → diafragma → pleura.
- Comparación bilateral
- Las estructuras pares (como costillas, pulmones, extremidades) deben evaluarse de forma comparativa. Asimetrías pueden indicar patología.
- Identificación de líneas y dispositivos
- En pacientes hospitalizados, es frecuente observar tubos endotraqueales, sondas nasogástricas, catéteres venosos centrales o marcapasos. Es importante verificar su posición y funcionalidad.
Signos radiológicos comunes
- Signo del vaso silueteado: la pérdida del borde normal entre estructuras de diferente densidad indica que están en el mismo plano (por ejemplo, consolidación pulmonar que borra el borde cardíaco).
- Signo del neumoperitoneo: aire libre bajo el diafragma en una radiografía de abdomen en bipedestación sugiere perforación de víscera hueca.
- Signo de fractura: solución de continuidad cortical, desplazamiento, angulación, o presencia de líneas radiolúcidas inusuales.
- Signo de osteoartritis: pinzamiento articular, esclerosis subcondral, osteofitos.
- Signo de consolidación pulmonar: opacidad densa con broncograma aéreo visible.
Errores comunes a evitar
- Falta de visión global: centrarse en un solo hallazgo puede llevar al error de omisión.
- Sobreinterpretación de variantes anatómicas: estructuras normales como venas, artefactos o calcificaciones benignas pueden parecer patológicas.
- No correlacionar clínicamente: la interpretación debe integrarse al cuadro clínico del paciente; no toda anomalía requiere intervención.
- Interpretar sin buena calidad técnica: mala inspiración o rotación pueden simular cardiomegalia, derrame pleural o colapso pulmonar.
Aplicación clínica en diferentes escenarios
- Tórax: neumonía, neumotórax, derrame pleural, edema pulmonar, masas, cuerpos extraños, colocación de catéteres.
- Abdomen: íleo, obstrucción intestinal, cálculos renales o vesicales, aire libre, masas.
- Extremidades: fracturas, luxaciones, osteomielitis, artrosis, cuerpos extraños.
- Columna: fracturas vertebrales, degeneración discal, desplazamientos, escoliosis.
Comunicación del hallazgo
Una interpretación adecuada debe ser seguida de una descripción estructurada del hallazgo, incluyendo:
- Localización precisa
- Tipo de alteración
- Tamaño, forma, bordes
- Afectación de estructuras adyacentes
- Comparación con estudios previos
La valoración clínica de los hallazgos radiológicos debe ser integrada en el contexto del paciente, y cuando exista duda, se recomienda complementar con estudios avanzados (TC, RM) o consulta especializada.
4. Tomografía Computarizada (TC)
4.1. Principios físicos de la Tomografía Computarizada (TC)
La Tomografía Computarizada (TC), también conocida como escáner, es una técnica de imagen avanzada que combina el uso de rayos X con sistemas computarizados para obtener cortes axiales o transversales del cuerpo con una resolución mucho mayor que la radiografía convencional. Su desarrollo revolucionó el diagnóstico médico al permitir una visualización tridimensional de estructuras internas, minimizando la superposición de tejidos.
Funcionamiento básico del equipo de TC
El sistema de tomografía está compuesto por los siguientes elementos principales:
- Fuente de rayos X rotatoria: A diferencia de la radiografía convencional, donde el haz es fijo, en la TC la fuente de rayos X gira alrededor del paciente.
- Detectores: Colocados en el lado opuesto de la fuente, captan la radiación atenuada que atraviesa el cuerpo.
- Mesa motorizada: Desplaza al paciente a través del anillo del escáner mientras se adquieren los datos de forma continua o por cortes.
- Computadora de reconstrucción: Transforma los datos obtenidos en imágenes digitales en cortes axiales, y posteriormente permite reconstrucciones multiplanares (MPR) o tridimensionales (3D).
Proceso de adquisición de imagen
Durante el estudio, el haz de rayos X se proyecta en múltiples ángulos sobre el cuerpo. Cada haz es atenuado de forma diferente según los tejidos que atraviesa (hueso, aire, grasa, músculo, líquidos, etc.). Estas variaciones de atenuación se convierten en datos numéricos que el sistema procesa para generar matrices de píxeles, que representan la imagen final. Cada píxel tiene un valor conocido como unidad Hounsfield (UH), que indica la densidad del tejido en relación al agua:
- Aire: –1000 UH
- Grasa: –100 a –50 UH
- Agua: 0 UH
- Tejido blando: +30 a +60 UH
- Hueso: +700 a +3000 UH
Este rango de valores permite diferenciar con claridad estructuras anatómicas y patologías en las imágenes obtenidas.
Evolución tecnológica
La TC ha experimentado importantes avances desde su creación en la década de 1970. Las generaciones modernas de escáneres, conocidas como TC helicoidal (espiral) y multidetector (MDCT), permiten obtener grandes volúmenes de datos en pocos segundos, con cortes submilimétricos y excelente resolución espacial y temporal.
- TC helicoidal: permite un movimiento continuo de la mesa y de la fuente de rayos X, generando cortes sin interrupciones y en menor tiempo.
- TC multidetector: posee múltiples filas de detectores, lo que permite adquirir decenas o incluso cientos de cortes en una sola rotación. Esto facilita estudios dinámicos (angiografía, perfusión), reconstrucciones detalladas, y exploraciones completas en pacientes graves.
Ventajas clínicas
- Imágenes de alta resolución y detalle anatómico.
- Evaluación rápida y eficaz en emergencias (trauma, ictus, embolia pulmonar).
- Posibilidad de usar contraste yodado intravenoso para evaluar vasos sanguíneos y órganos.
- Reconstrucciones multiplanares (axial, coronal, sagital) y 3D para planificación quirúrgica o intervencionista.
- Detección precisa de tumores, hemorragias, fracturas, infecciones, obstrucciones y más.
Consideraciones y limitaciones
- Radiación ionizante: La TC implica una dosis considerablemente mayor que la radiografía, por lo que debe justificarse su uso y aplicarse estrategias de reducción de dosis.
- Uso de contraste: El contraste yodado puede causar reacciones alérgicas o nefrotoxicidad, especialmente en pacientes con enfermedad renal previa.
- Costo y accesibilidad: Aunque cada vez más disponible, sigue siendo una tecnología de mayor costo en comparación con otros métodos de imagen.
4.2. Protocolos de exploración en Tomografía Computarizada (TC)
Los protocolos de exploración en TC son esquemas técnicos y clínicos predefinidos que guían la realización de un estudio según el órgano o sistema a evaluar, la sospecha diagnóstica, el estado del paciente y la necesidad (o no) de contraste. El objetivo es obtener imágenes de alta calidad diagnóstica, minimizando la dosis de radiación y optimizando el uso de recursos.
Elementos fundamentales de un protocolo de TC
- Área anatómica de estudio: cada región (tórax, abdomen, cráneo, columna, etc.) requiere cortes específicos, con espesores, coberturas y reconstrucciones adaptadas a su fisiología y patología.
- Tipo de adquisición: helicoidal, dinámica, volumétrica, o por fases.
- Uso de contraste: sin contraste, con contraste oral, intravenoso o ambos.
- Tiempos de adquisición postcontraste: arterial, venoso, tardío, excretor, según lo que se desea evaluar.
- Parámetros técnicos: kVp, mAs, colimación, pitch, rotación del gantry, espesor de corte, algoritmos de reconstrucción.
- Revisión previa del paciente: incluye creatinina (función renal), alergias, peso corporal, embarazo, ayuno, y estado clínico general.
Protocolos comunes por región anatómica
- Cráneo y cerebro
- TC de cráneo simple: para trauma, sangrado, ACV isquémico inicial, hidrocefalia. No se usa contraste habitualmente.
- TC de cráneo con contraste: evaluación de tumores, infecciones, abscesos, lesiones ocupantes.
- TC angio cerebral (angioTC): estudio de vasos cerebrales en sospecha de aneurismas, trombosis o malformaciones arteriovenosas.
- Tórax
- TC de tórax sin contraste: nódulos pulmonares, EPOC, fibrosis pulmonar.
- TC con contraste: tumores, infecciones, adenopatías mediastínicas.
- AngioTC de arterias pulmonares: diagnóstico de tromboembolismo pulmonar, se requiere contraste y tiempo arterial preciso.
- TC de alta resolución (TACAR): cortes finos sin contraste para enfermedades intersticiales pulmonares.
- Abdomen y pelvis
- TC con contraste trifásico (arterial, portal, tardía): estudio hepático, tumores, trauma abdominal.
- TC enterográfica: visualización del intestino delgado (con contraste oral específico).
- UroTC o pieloTC: estudio del sistema urinario en búsqueda de litiasis, estenosis, masas.
- TC sin contraste: evaluación de litiasis renal, hemorragias retroperitoneales.
- Columna vertebral
- TC de columna sin contraste: trauma, fracturas, malformaciones óseas, degeneración vertebral.
- TC con mielografía (rara actualmente): estudio del canal medular si la RM está contraindicada.
- Musculoesquelético
- TC de huesos: fracturas complejas, planificación quirúrgica, tumores óseos.
- Útil para estudiar articulaciones en trauma, evaluación de prótesis, lesiones en cavidades sinusales o mastoides.
- Cardíaco
- AngioTC coronaria: evaluación no invasiva de enfermedad coronaria, requiere control de la frecuencia cardíaca.
- TC de calcio coronario: cuantificación de placas de calcio, predictor de riesgo cardiovascular.
Importancia del protocolo personalizado
La individualización del protocolo según el paciente es fundamental. Por ejemplo:
- En niños, se utilizan parámetros de baja dosis y sedación si es necesario.
- En pacientes oncológicos, se adapta el protocolo a la localización tumoral y al momento evolutivo (diagnóstico, control, respuesta a tratamiento).
- En urgencias, se prioriza la rapidez, a veces usando protocolos combinados (cabeza, tórax y abdomen en trauma mayor).
Además, es responsabilidad del equipo técnico y médico garantizar que el protocolo siga los principios de justificación y optimización, evitando estudios innecesarios o repeticiones.
4.3. Artefactos en Tomografía Computarizada (TC)
En el contexto de la TC, los artefactos son alteraciones o distorsiones en la imagen que no corresponden a estructuras reales del cuerpo, sino que se deben a errores técnicos, físicos o de movimiento. Reconocerlos es esencial para no confundirlos con patología, así como para tomar medidas que mejoren la calidad del estudio.
Clasificación de artefactos en TC
Los artefactos pueden clasificarse de acuerdo con su origen:
- Artefactos por movimiento
- Causa: movimiento voluntario o involuntario del paciente (respiración, latidos cardíacos, temblores).
- Apariencia: imágenes borrosas, duplicación de estructuras, “fantasmas”.
- Prevención:
- Instrucciones claras al paciente para mantener la respiración.
- Reducción del tiempo de adquisición (uso de TC helicoidal).
- Sedación en pacientes pediátricos o no cooperadores.
- Uso de sincronización ECG en estudios cardíacos.
- Artefactos metálicos
- Causa: presencia de objetos metálicos (prótesis, empastes dentales, clips quirúrgicos).
- Apariencia: rayos brillantes o líneas oscuras que se proyectan desde el metal (efecto de rayos o “starburst”).
- Prevención:
- Uso de técnicas de reducción de artefactos metálicos (MAR).
- Reconstrucción con algoritmos específicos.
- Minimizar el uso de colimación gruesa en áreas con metal.
- Retirar objetos externos si es posible (joyas, audífonos).
- Artefactos por endurecimiento del haz (beam hardening)
- Causa: los rayos X de baja energía son absorbidos más fácilmente por los tejidos densos (como el hueso o el contraste), dejando un haz más “duro” al atravesarlos.
- Apariencia: zonas oscuras en estructuras densas, bandas o franjas (por ejemplo, en la base del cráneo).
- Prevención:
- Filtración del haz para eliminar rayos X de baja energía.
- Corrección computacional mediante algoritmos de calibración.
- Uso de posiciones alternativas para minimizar estructuras densas en la trayectoria del haz.
- Artefactos de volumen parcial (partial volume)
- Causa: un mismo vóxel contiene diferentes tejidos de densidades contrastantes.
- Apariencia: mezcla de atenuación, pérdida de definición, bordes imprecisos.
- Prevención:
- Disminuir el grosor de corte.
- Reconstrucción con algoritmos de alta resolución.
- Considerar reconstrucción multiplanar para aclarar zonas dudosas.
- Artefactos de anillo (ring artifacts)
- Causa: mal funcionamiento o calibración defectuosa de uno o más detectores.
- Apariencia: anillos concéntricos en cortes axiales.
- Prevención y corrección:
- Mantenimiento técnico adecuado del equipo.
- Repetición del estudio si el artefacto interfiere con la interpretación.
- Artefactos en reconstrucciones multiplanares o 3D
- Causa: errores en el algoritmo de reconstrucción o en los datos base.
- Apariencia: deformación de estructuras, duplicación, bordes angulados.
- Prevención:
- Validar calidad de la imagen axial antes de reconstruir.
- Utilizar software actualizado y algoritmos avanzados.
- Capacitación del personal en el manejo de estaciones de trabajo.
Importancia clínica de reconocer artefactos
Los artefactos pueden:
- Simular lesiones (por ejemplo, un artefacto por movimiento puede parecer una hemorragia).
- Ocultar hallazgos importantes (una prótesis puede tapar una fractura o tumor adyacente).
- Interferir en la planificación quirúrgica o radioterapéutica.
Por ello, el radiólogo y el equipo técnico deben conocer los mecanismos de aparición de los artefactos, ser capaces de distinguirlos de hallazgos reales y, en lo posible, repetir el estudio o aplicar correcciones si el artefacto compromete la utilidad clínica de la imagen.
4.4. Interpretación de imágenes en Tomografía Computarizada (TC)
La interpretación de imágenes en TC requiere un enfoque sistemático, basado en el conocimiento anatómico, la correlación clínica, la comprensión de los artefactos, y la capacidad de reconocer patrones patológicos. A diferencia de la radiografía convencional, la TC permite el análisis en múltiples planos y con gran resolución, lo que exige una lectura estructurada y cuidadosa para evitar errores diagnósticos.
Pasos para una interpretación sistemática
- Revisión de los datos técnicos
- Verificar el nombre del paciente, la fecha del estudio, el tipo de protocolo usado y la fase del estudio (sin contraste, arterial, venosa, etc.).
- Confirmar la calidad de la imagen (ausencia de artefactos relevantes, cortes completos, buena resolución).
- Exploración por planos
- Axial: plano estándar de lectura.
- Coronal y sagital: útiles para evaluar estructuras complejas y relaciones espaciales.
- 3D o reconstrucciones volumétricas: útiles en cirugía, traumatología, oncología o planificación de intervenciones.
- Lectura sistemática por regiones
- Iniciar con un recorrido general desde las estructuras óseas hacia los tejidos blandos.
- Revisar órgano por órgano con atención al tamaño, forma, densidad, contornos y relación con estructuras vecinas.
- Identificar hallazgos simétricos o asimétricos, desplazamientos, masas, cambios en la atenuación (hipo- o hiperdensas), presencia de gas o líquido anómalo.
- Utilización de ventanas de visualización
- Las ventanas de visualización (windowing) permiten ajustar el contraste y el brillo para resaltar distintos tipos de tejidos:
- Ventana pulmonar: para parénquima pulmonar.
- Ventana de partes blandas: para órganos sólidos.
- Ventana ósea: para estructuras óseas finas y densas.
- El uso correcto de las ventanas mejora la precisión diagnóstica al diferenciar tejidos que, de otro modo, parecerían similares.
Principales patrones y hallazgos a reconocer
- Lesiones focales: masas, nódulos, quistes, abscesos.
- Infiltrados o consolidaciones: neumonías, hemorragias, edema pulmonar.
- Colecciones líquidas: derrames pleurales, ascitis, hematomas.
- Cambios vasculares: aneurismas, trombosis, embolias.
- Cambios óseos: fracturas, metástasis, degeneración articular.
- Imágenes en anillo o realce periférico: típicas de abscesos, necrosis tumoral.
- Patrones de realce tras contraste: sólidos (hipervasculares), heterogéneos, en anillo, sin realce.
Errores comunes a evitar
- Falsos positivos: confundir variantes anatómicas o artefactos con patología.
- Falsos negativos: no detectar lesiones sutiles por falta de revisión completa o ventanas inadecuadas.
- Sobreinterpretación: dar relevancia clínica a hallazgos benignos o inespecíficos.
- Ignorar el contexto clínico: la TC es una herramienta de apoyo; su interpretación debe estar integrada a la historia clínica y otros estudios.
Informe radiológico estructurado
El informe de TC debe ser claro, conciso y clínicamente útil. Se recomienda estructurarlo de la siguiente manera:
- Motivo del estudio
- Técnica empleada
- Hallazgos por sistemas
- Impresión diagnóstica o conclusión
- Sugerencias adicionales (seguimiento, otros estudios, correlación clínica)
Un informe bien redactado debe responder las preguntas clínicas planteadas, orientar la conducta médica y, en muchos casos, modificar o confirmar el diagnóstico inicial.
4.4. Interpretación de imágenes en Tomografía Computarizada (TC)
La interpretación de imágenes en TC requiere un enfoque sistemático, basado en el conocimiento anatómico, la correlación clínica, la comprensión de los artefactos, y la capacidad de reconocer patrones patológicos. A diferencia de la radiografía convencional, la TC permite el análisis en múltiples planos y con gran resolución, lo que exige una lectura estructurada y cuidadosa para evitar errores diagnósticos.
Pasos para una interpretación sistemática
- Revisión de los datos técnicos
- Verificar el nombre del paciente, la fecha del estudio, el tipo de protocolo usado y la fase del estudio (sin contraste, arterial, venosa, etc.).
- Confirmar la calidad de la imagen (ausencia de artefactos relevantes, cortes completos, buena resolución).
- Exploración por planos
- Axial: plano estándar de lectura.
- Coronal y sagital: útiles para evaluar estructuras complejas y relaciones espaciales.
- 3D o reconstrucciones volumétricas: útiles en cirugía, traumatología, oncología o planificación de intervenciones.
- Lectura sistemática por regiones
- Iniciar con un recorrido general desde las estructuras óseas hacia los tejidos blandos.
- Revisar órgano por órgano con atención al tamaño, forma, densidad, contornos y relación con estructuras vecinas.
- Identificar hallazgos simétricos o asimétricos, desplazamientos, masas, cambios en la atenuación (hipo- o hiperdensas), presencia de gas o líquido anómalo.
- Utilización de ventanas de visualización
- Las ventanas de visualización (windowing) permiten ajustar el contraste y el brillo para resaltar distintos tipos de tejidos:
- Ventana pulmonar: para parénquima pulmonar.
- Ventana de partes blandas: para órganos sólidos.
- Ventana ósea: para estructuras óseas finas y densas.
- El uso correcto de las ventanas mejora la precisión diagnóstica al diferenciar tejidos que, de otro modo, parecerían similares.
Principales patrones y hallazgos a reconocer
- Lesiones focales: masas, nódulos, quistes, abscesos.
- Infiltrados o consolidaciones: neumonías, hemorragias, edema pulmonar.
- Colecciones líquidas: derrames pleurales, ascitis, hematomas.
- Cambios vasculares: aneurismas, trombosis, embolias.
- Cambios óseos: fracturas, metástasis, degeneración articular.
- Imágenes en anillo o realce periférico: típicas de abscesos, necrosis tumoral.
- Patrones de realce tras contraste: sólidos (hipervasculares), heterogéneos, en anillo, sin realce.
Errores comunes a evitar
- Falsos positivos: confundir variantes anatómicas o artefactos con patología.
- Falsos negativos: no detectar lesiones sutiles por falta de revisión completa o ventanas inadecuadas.
- Sobreinterpretación: dar relevancia clínica a hallazgos benignos o inespecíficos.
- Ignorar el contexto clínico: la TC es una herramienta de apoyo; su interpretación debe estar integrada a la historia clínica y otros estudios.
Informe radiológico estructurado
El informe de TC debe ser claro, conciso y clínicamente útil. Se recomienda estructurarlo de la siguiente manera:
- Motivo del estudio
- Técnica empleada
- Hallazgos por sistemas
- Impresión diagnóstica o conclusión
- Sugerencias adicionales (seguimiento, otros estudios, correlación clínica)
Un informe bien redactado debe responder las preguntas clínicas planteadas, orientar la conducta médica y, en muchos casos, modificar o confirmar el diagnóstico inicial.
5. Resonancia Magnética
5.1. Principios físicos de la Resonancia Magnética (RM)
La resonancia magnética (RM) es una técnica de imagen avanzada que utiliza campos magnéticos potentes y ondas de radiofrecuencia para generar imágenes detalladas del interior del cuerpo, sin recurrir a radiación ionizante. Su principal ventaja es el alto contraste entre los distintos tipos de tejidos blandos, lo que la hace ideal para estudios neurológicos, musculoesqueléticos, cardiovasculares y abdominales.
Fundamento físico general
El principio básico de la RM se basa en el comportamiento de los protones —principalmente del hidrógeno, que abunda en el cuerpo humano debido a su presencia en el agua y la grasa— cuando se exponen a un campo magnético fuerte.
- Alineación de protones
- En condiciones normales, los protones tienen orientaciones aleatorias.
- Al ingresar en un campo magnético (denominado B₀), se alinean en dos direcciones: paralela (baja energía) o antiparalela (alta energía).
- Esta alineación genera una magnetización neta longitudinal en dirección al campo.
- Aplicación de radiofrecuencia (RF)
- Se aplica un pulso de RF perpendicular al campo magnético.
- Esto excita los protones, haciendo que giren en fase y se desplacen fuera de su alineación.
- Al cesar el pulso, los protones comienzan a relajarse y regresan a su estado original.
- Detección de señal
- Durante la relajación, los protones emiten una señal de RF que es captada por antenas (llamadas coils).
- Esta señal es procesada por computadoras para formar las imágenes.
Tipos de relajación
La señal que permite generar las imágenes proviene de dos fenómenos de relajación:
- T1 (relajación longitudinal): tiempo que tarda la magnetización en recuperarse en dirección del campo B₀.
- Proporciona imágenes donde la grasa aparece brillante y el líquido oscuro.
- T2 (relajación transversal): tiempo que tarda la magnetización en desaparecer en el plano transversal.
- Genera imágenes donde los líquidos aparecen brillantes.
Ambos contrastes son aprovechados en diferentes secuencias de pulso, adaptadas según la necesidad diagnóstica.
Componentes principales del equipo de RM
- Imán principal (superconductivo): crea el campo magnético intenso, habitualmente de 1.5 o 3 teslas en equipos clínicos.
- Gradientes magnéticos: permiten localizar la señal en el espacio (resolución espacial).
- Bobinas de RF (coils): envían y reciben señales; existen bobinas específicas para cráneo, columna, rodilla, mama, entre otros.
- Sistema computacional: procesa la señal y reconstruye las imágenes.
Ventajas de la RM
- Ausencia de radiación ionizante, segura incluso para estudios repetidos.
- Contraste excelente entre tejidos blandos, ideal para cerebro, médula espinal, músculos, ligamentos y órganos pélvicos.
- Permite estudios funcionales: difusión, perfusión, espectroscopía, RM funcional cerebral (fMRI).
- Reconstrucción multiplanar sin pérdida de calidad.
Limitaciones de la RM
- Tiempo de exploración largo: puede causar incomodidad o artefactos por movimiento.
- Sensibilidad a artefactos metálicos: dispositivos ferromagnéticos, marcapasos, implantes cocleares pueden ser contraindicación absoluta o relativa.
- Ruido y claustrofobia: algunos pacientes requieren sedación o equipos abiertos.
- Costosa y menos disponible que otras modalidades.
Seguridad en RM
- Antes del estudio se debe realizar una evaluación de compatibilidad, descartando la presencia de cuerpos metálicos, clips, balas, tatuajes antiguos con metales, dispositivos implantables y embarazo.
- Se emplea una lista de verificación de seguridad antes del ingreso a la sala de RM.
- El equipo de salud debe recibir formación específica para evitar accidentes por atracción magnética o quemaduras térmicas.
5.2. Secuencias de pulso en Resonancia Magnética (RM)
Las secuencias de pulso son conjuntos específicos de comandos que controlan la aplicación de ondas de radiofrecuencia (RF) y gradientes magnéticos durante una exploración por RM. Cada secuencia está diseñada para resaltar distintos tejidos o tipos de lesiones, dependiendo del contraste entre T1, T2, densidad de protones y otros parámetros físicos.
Comprender las características y aplicaciones de las secuencias más utilizadas permite seleccionar adecuadamente la técnica según el contexto clínico.
Clasificación general de secuencias
Las secuencias pueden clasificarse según el tipo de contraste que generan o según su comportamiento físico. Entre las más comunes encontramos:
- Secuencias ponderadas en T1 (T1WI – T1 Weighted Imaging)
- Características:
- Buena resolución anatómica.
- La grasa aparece brillante.
- El líquido (como LCR) aparece oscuro.
- Usos clínicos:
- Evaluación de anatomía cerebral y espinal.
- Visualización de hemorragias subagudas.
- Detección de realce tras administración de gadolinio (contraste paramagnético).
- Frecuente en: RM cerebral, médula espinal, columna vertebral.
- Secuencias ponderadas en T2 (T2WI – T2 Weighted Imaging)
- Características:
- Excelente contraste para líquidos.
- El LCR y los fluidos patológicos (edema, quistes, inflamación) aparecen hiperintensos (brillantes).
- La grasa es menos brillante que en T1.
- Usos clínicos:
- Detección de procesos inflamatorios, infecciosos y tumorales.
- Evaluación de estructuras articulares y tejido blando.
- Frecuente en: RM de rodilla, hombro, pelvis, cerebro, médula espinal.
- Secuencia FLAIR (Fluid Attenuated Inversion Recovery)
- Características:
- Variante de T2 con supresión del líquido libre (LCR).
- El líquido aparece oscuro, pero el edema y las lesiones siguen siendo hiperintensas.
- Usos clínicos:
- Ideal para visualizar lesiones en sustancia blanca (esclerosis múltiple, infartos pequeños).
- Detección de edema perilesional sin interferencia del LCR.
- Frecuente en: RM cerebral.
- Secuencia STIR (Short Tau Inversion Recovery)
- Características:
- Variante de T2 con supresión de la grasa.
- Mejora la detección de edema y lesiones ocultas en tejidos grasos.
- Usos clínicos:
- Muy útil en traumatología y oncología musculoesquelética.
- Detección de contusiones óseas, metástasis, lesiones medulares.
- Frecuente en: columna, pelvis, miembros inferiores.
- Secuencias de gradiente eco (GRE – Gradient Echo)
- Características:
- Alta sensibilidad a hemorragias, calcio y artefactos metálicos.
- Pueden ser ponderadas en T2*.
- Usos clínicos:
- Evaluación de microhemorragias, malformaciones vasculares, depósitos de hemosiderina.
- Frecuente en: estudios de traumatismo craneal, angiografía por RM.
- Secuencia de difusión (DWI – Diffusion Weighted Imaging)
- Características:
- Mide el movimiento de las moléculas de agua.
- Restricción a la difusión aparece como una señal brillante.
- Usos clínicos:
- Diagnóstico precoz de infarto cerebral.
- Detección de abscesos, tumores de alta celularidad, encefalitis.
- Frecuente en: RM de encéfalo, RM abdominal oncológica.
- Secuencia de perfusión (PWI – Perfusion Weighted Imaging)
- Características:
- Evalúa la vascularización y el flujo sanguíneo en los tejidos.
- Requiere administración de gadolinio.
- Usos clínicos:
- Caracterización de tumores (grado de vascularización).
- Detección de zonas isquémicas viables.
- Frecuente en: neurooncología, planificación de cirugía.
- Secuencias angiográficas (AngioRM o MRA)
- Características:
- Obtención de imágenes de los vasos sanguíneos sin necesidad de contraste (técnicas TOF – Time of Flight) o con gadolinio.
- Usos clínicos:
- Evaluación de estenosis, aneurismas, malformaciones arteriovenosas.
- Frecuente en: vasos cerebrales, arterias renales, aorta abdominal.
Selección de secuencia adecuada
La selección depende de múltiples factores:
- Región anatómica.
- Sospecha diagnóstica.
- Disponibilidad de contraste.
- Contraindicaciones del paciente (alergias, insuficiencia renal, implantes).
Una exploración estándar suele combinar varias secuencias para obtener una caracterización completa de las lesiones. Por ejemplo, una RM cerebral típica incluirá T1, T2, FLAIR, DWI y T1 post-contraste.
5.3. Protocolos por regiones anatómicas en Resonancia Magnética (RM)
Los protocolos de RM por regiones anatómicas son guías estandarizadas que indican qué secuencias utilizar, en qué planos y con qué parámetros técnicos, según la parte del cuerpo que se va a estudiar y la sospecha clínica. Esta estandarización asegura una calidad diagnóstica óptima, facilita la comparación entre estudios y optimiza el tiempo de exploración.
RM de encéfalo
Indicaciones: ACV, tumores, epilepsia, esclerosis múltiple, demencias, infecciones, traumatismos.
Secuencias habituales:
- Axial T1, T2, FLAIR
- Difusión (DWI)
- T2* o SWI (microhemorragias)
- T1 con contraste gadolinio (cuando hay sospecha de tumor, infección, lesiones desmielinizantes)
- AngioRM (cuando hay sospecha vascular)
Planos: axial, coronal (hipocampo), sagital (cuerpo calloso, hipófisis)
RM de columna vertebral (cervical, torácica, lumbar)
Indicaciones: radiculopatías, hernias discales, tumores, fracturas, mielopatía, infecciones.
Secuencias habituales:
- Sagital T1 y T2
- Axial T2 a nivel de los discos o zonas sintomáticas
- STIR para edema óseo y partes blandas
- T1 con contraste si hay sospecha de tumor, infección o cirugía previa
Consideraciones:
- Se adapta según la región (cervical, dorsal o lumbar).
- En sospecha de esclerosis múltiple, se puede extender hasta la médula cervical y bulbo raquídeo.
RM musculoesquelética (articulaciones y huesos)
Indicaciones: lesiones de ligamentos y meniscos, fracturas ocultas, tumores, infecciones, artropatías.
Rodilla, hombro, cadera, tobillo:
- Coronal y sagital T1 y T2
- STIR o T2 FS para edema óseo o sinovitis
- Axiales para evaluar estructuras transversales
- Postcontraste si se sospecha sinovitis, infecciones o tumores
Columna sacra y pelvis ósea:
- STIR para sacroileítis
- T1 y T2 para evaluar médula ósea y articulaciones
RM abdominal y pélvica
Indicaciones: masas hepáticas, lesiones pancreáticas, patología renal, enfermedades ginecológicas, próstata.
Hígado y vías biliares:
- T1 y T2 en cortes axiales y coronales
- Secuencia de difusión (DWI)
- Dinámica post-contraste en fases arterial, portal y tardía
- Colangiorresonancia (MRCP): sin contraste, evalúa vías biliares y pancreáticas
Órganos ginecológicos (útero, ovarios):
- Sagital T2 (anatomía pélvica)
- Axial y coronal T1 y T2
- DWI y post-contraste para evaluar tumores o endometriosis
Próstata (RM multiparamétrica):
- T2 en plano axial, sagital y coronal
- DWI de alta b-valor
- Perfusión (DCE) con contraste
- Puntaje PI-RADS para clasificación de lesiones sospechosas
RM cardíaca
Indicaciones: miocardiopatías, miocarditis, isquemia, viabilidad miocárdica, masas intracardíacas.
Secuencias comunes:
- Cine RM (realce dinámico): para ver función ventricular
- T1 y T2 para caracterización tisular
- DWI y secuencias de realce tardío con gadolinio (fibrosis, necrosis)
- Perfusión miocárdica bajo estrés o reposo
Requiere sincronización ECG y control de frecuencia cardíaca
RM de vasos sanguíneos (AngioRM)
Indicaciones: aneurismas, estenosis, disecciones, trombosis, malformaciones vasculares.
Regiones frecuentes:
- Cerebral (AngioRM de polígono de Willis)
- Carótidas y vertebrales
- Aorta torácica y abdominal
- Arterias renales, mesentéricas, ilíacas
Técnicas:
- TOF (sin contraste) para vasos intracraneales
- Con gadolinio para vasos extracraneales o grandes troncos
- Secuencias rápidas con apnea en abdomen
Consideraciones prácticas en los protocolos
- Se adaptan a pacientes pediátricos (secuencias rápidas, sedación si es necesaria).
- En oncología, incluyen secuencias funcionales (difusión, perfusión, espectroscopía).
- En pacientes con implantes o marcapasos compatibles, se ajustan los parámetros para minimizar artefactos.
- El uso de contraste gadolínico se evalúa con base en función renal (riesgo de fibrosis sistémica nefrogénica en casos graves de insuficiencia renal).
5.4. Aplicaciones clínicas de la Resonancia Magnética (RM)
La resonancia magnética (RM) ha transformado el enfoque diagnóstico en múltiples especialidades médicas gracias a su capacidad de generar imágenes con alto contraste de tejidos blandos, sin emplear radiación ionizante. Su versatilidad, combinada con el desarrollo de secuencias funcionales y estructurales avanzadas, ha ampliado considerablemente sus aplicaciones clínicas, convirtiéndola en una herramienta indispensable para el diagnóstico, estadificación de enfermedades, planificación quirúrgica y monitoreo terapéutico.
- Neurología y neurocirugía
- ACV isquémico agudo: la RM con difusión (DWI) detecta infartos cerebrales en sus primeras horas, incluso antes de que sean visibles en TC.
- Tumores cerebrales: permite caracterizar lesiones (quistes, tumores benignos, gliomas, metástasis), evaluar edema perilesional, efecto de masa y realce tras contraste.
- Esclerosis múltiple: lesiones desmielinizantes en sustancia blanca se evidencian mejor en FLAIR.
- Epilepsia: identificación de displasias corticales, esclerosis hipocampal.
- Demencias: RM estructural y funcional para valorar atrofia selectiva (como en Alzheimer).
- Traumatismo craneoencefálico: detección de lesiones axonales difusas, hemorragias subagudas o crónicas.
- Columna vertebral y médula espinal
- Hernias discales: visualización de compresión radicular, canal estrecho o protrusión discal.
- Mielopatía cervical: edema o atrofia de la médula espinal.
- Tumores medulares o intrarraquídeos: ependimomas, astrocitomas, meningiomas.
- Infecciones: espondilodiscitis, abscesos epidurales.
- Fracturas vertebrales ocultas: especialmente en ancianos o en trauma sin hallazgos en radiografía.
- Sistema musculoesquelético
- Lesiones deportivas: ruptura de ligamentos (LCA, LCP), meniscos, tendones (manguito rotador).
- Contusiones óseas y fracturas ocultas: lesiones no visibles en radiografía.
- Tumores óseos y de partes blandas: caracterización, extensión, relaciones anatómicas.
- Osteomielitis y artritis: especialmente en niños o inmunocomprometidos.
- Artropatías inflamatorias y degenerativas: como la artritis reumatoide, espondiloartritis, artrosis precoz.
- Abdomen y pelvis
- Evaluación hepática: detección y caracterización de hemangiomas, hepatocarcinomas, metástasis hepáticas.
- Páncreas y vías biliares: colangiorresonancia (MRCP) para estudio no invasivo de obstrucciones, litiasis, tumores pancreáticos.
- Riñones y vías urinarias: masas renales, uropatía obstructiva, pielonefritis complicada.
- Útero y ovarios: miomas, endometriosis, tumores ováricos, malformaciones uterinas.
- Próstata: RM multiparamétrica para evaluación de cáncer prostático con PI-RADS.
- Evaluación oncológica: seguimiento de lesiones, planificación prequirúrgica o postradioterapia.
- Cardiología y grandes vasos
- Miocardiopatías: dilatada, hipertrófica, restrictiva, infiltrativas.
- Isquemia y viabilidad miocárdica: con perfusión y realce tardío.
- Miocarditis: edema miocárdico y patrón característico de realce.
- Aneurismas, disecciones: evaluación no invasiva de la aorta y grandes vasos.
- Evaluación valvular y pericárdica: masas, derrames, engrosamiento.
- Angiografía y enfermedades vasculares
- Estudios vasculares intracraneales y extracraneales: aneurismas, estenosis, malformaciones.
- Trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar: especialmente en pacientes alérgicos al contraste yodado.
- Vasculitis: seguimiento de inflamación vascular en enfermedades autoinmunes.
- Aplicaciones emergentes y avanzadas
- RM funcional (fMRI): estudio de activación cerebral en respuesta a estímulos; útil en planificación quirúrgica de epilepsia y tumores.
- Tractografía (DTI): evaluación de tractos de sustancia blanca en lesiones neurológicas.
- Espectroscopía por RM: análisis bioquímico in vivo de tejidos (tumores cerebrales, lesiones metabólicas).
- Enterorresonancia: evaluación no invasiva del intestino delgado (enfermedad de Crohn).
- Estudios fetales: en casos donde la ecografía no permite una evaluación completa del desarrollo fetal.
Ventajas clínicas transversales
- Ideal para estudios de seguimiento sin radiación, como en oncología o enfermedades inflamatorias crónicas.
- Uso creciente en investigación clínica y medicina de precisión.
- Permite identificar hallazgos sutiles no visibles por otros métodos.
6. Ecografía (Ultrasonido)
6.1. Principios físicos de la Ecografía (Ultrasonido)
La ecografía médica, también conocida como ultrasonido, es una técnica de imagen no invasiva, portátil y sin radiación ionizante, basada en la emisión y recepción de ondas sonoras de alta frecuencia. Estas ondas interactúan con los tejidos del cuerpo y generan imágenes dinámicas que se pueden visualizar en tiempo real. Su versatilidad, seguridad y bajo costo la han convertido en una herramienta diagnóstica de primera línea en múltiples especialidades.
Fundamento físico del ultrasonido
- Generación de ondas ultrasónicas
- Las ondas de ultrasonido se producen mediante cristales piezoeléctricos en un transductor. Al aplicarse corriente eléctrica, los cristales vibran y generan ondas sonoras de frecuencia superior a 20 kHz, generalmente entre 2 y 15 MHz en medicina.
- El mismo transductor capta las ondas reflejadas (ecos) que regresan desde las estructuras internas del cuerpo.
- Interacción del sonido con los tejidos
- Las ondas ultrasónicas se reflejan, refractan, absorben o transmiten dependiendo de la impedancia acústica de los tejidos.
- Mayor diferencia de impedancia entre dos tejidos (como hueso y músculo) → mayor reflexión del sonido → imagen más brillante (hiperecogénica).
- Si hay poca diferencia (como entre grasa y músculo), parte de la onda atraviesa → imagen más tenue (hipoecogénica o anecoica si no hay reflejo).
- Formación de la imagen
- El equipo calcula el tiempo que tarda el eco en regresar y la intensidad de la señal, lo que permite crear una representación en escala de grises.
- Las imágenes se actualizan en fracciones de segundo, permitiendo observar movimiento en tiempo real (latido cardíaco, flujo sanguíneo, peristalsis, etc.).
Tipos de transductores y frecuencias
- Lineales (alta frecuencia, 7–15 MHz): mejor resolución, menor penetración. Usados en tiroides, mama, partes blandas, vasos superficiales.
- Convexos (frecuencia media, 3–5 MHz): buena penetración y campo de visión amplio. Usados en abdomen y obstetricia.
- Sectoriales o phased array (frecuencia baja, 2–4 MHz): penetración profunda con apertura angular estrecha. Usados en ecocardiografía y espacios reducidos (intercostales).
- Endocavitarios: adaptados a exploración vaginal, rectal o transesofágica.
La elección del transductor depende del área anatómica y del objetivo clínico. A mayor frecuencia, mejor resolución, pero menor penetración. A menor frecuencia, mayor profundidad de penetración, pero menor resolución.
Modos de imagen en ecografía
- Modo B (brightness): imagen bidimensional en escala de grises. Es el más utilizado.
- Modo M (motion): útil para analizar estructuras móviles, como válvulas cardíacas.
- Modo Doppler: analiza el flujo sanguíneo en tiempo real.
- Color Doppler: representa la dirección y velocidad del flujo con colores.
- Pulsado (PW): mide velocidades específicas en un punto.
- Continuo (CW): útil en flujos muy rápidos (válvulas cardíacas).
- Modo 3D/4D: reconstrucción volumétrica en tiempo real (4D incluye movimiento). Usado principalmente en obstetricia.
Ventajas físicas de la ecografía
- No utiliza radiación, por lo que es segura en embarazo, niños y estudios repetidos.
- Permite evaluación dinámica: se puede ver en movimiento órganos, masas, flujo, etc.
- Alta sensibilidad para lesiones quísticas, líquidos libres, trombosis, masas sólidas.
- Portabilidad: los equipos pueden usarse al lado del paciente (point-of-care ultrasound, POCUS).
- Guía procedimientos intervencionistas como biopsias, drenajes o punciones.
Limitaciones físicas de la ecografía
- Dependiente del operador: la habilidad técnica influye en la calidad de la imagen y su interpretación.
- Limitación por el aire o hueso: el gas intestinal o el hueso impiden el paso de las ondas.
- Difícil visualización de estructuras profundas en pacientes obesos o con distensión abdominal.
- Artefactos: sombras acústicas, refuerzos posteriores, reverberaciones; algunos son útiles diagnósticamente, pero otros pueden inducir error si no se reconocen correctamente.
6.2. Técnicas de exploración en ecografía (2D, Doppler, 3D/4D, contraste)
La ecografía ha evolucionado desde la imagen bidimensional básica hasta técnicas avanzadas que permiten una visualización dinámica, vascular y volumétrica de los tejidos. La elección de la técnica depende del área anatómica, la sospecha clínica y los recursos disponibles. A continuación, se describen las principales modalidades ecográficas utilizadas en la práctica médica.
- Ecografía 2D (modo B o bidimensional)
Es la modalidad más común y fundamental. Proporciona imágenes en escala de grises que representan una sección del cuerpo en tiempo real.
- Aplicaciones:
- Evaluación abdominal (hígado, vesícula, riñones, bazo, aorta, vejiga).
- Exploración pélvica y ginecológica (útero, ovarios).
- Estudio tiroideo y de partes blandas (ganglios, nódulos).
- Detección de colecciones líquidas, masas, quistes o hematomas.
- Evaluación fetal básica durante el embarazo.
- Ventajas:
- Rápida, no invasiva y de bajo costo.
- Permite orientar procedimientos como biopsias o drenajes.
- Ecografía Doppler
Permite estudiar el flujo sanguíneo en tiempo real, aportando información sobre dirección, velocidad y patrón de circulación.
- Modalidades Doppler:
- Color Doppler: representa el flujo con colores (rojo y azul) según su dirección respecto al transductor.
- Doppler pulsado (PW): mide la velocidad del flujo en un punto específico.
- Doppler continuo (CW): capta flujos rápidos, útil en cardiología.
- Doppler de energía: mayor sensibilidad para flujos lentos, aunque sin dirección.
- Aplicaciones:
- Evaluación de trombosis venosa profunda y trombosis portal.
- Estudio de estenosis arteriales (carótidas, renales, miembros inferiores).
- Control de injertos o fístulas arteriovenosas.
- Valoración de vascularización de tumores.
- Evaluación de latido fetal y circulación umbilical.
- Limitaciones:
- Afectado por el ángulo de insonación (ideal <60°).
- Requiere experiencia para interpretar patrones hemodinámicos.
- Ecografía 3D y 4D
- Ecografía 3D: utiliza múltiples cortes 2D para reconstruir un volumen.
- Ecografía 4D: añade la dimensión del tiempo, permitiendo ver el volumen en movimiento.
- Aplicaciones clínicas:
- Obstetricia: visualización detallada del rostro fetal, extremidades, columna, y evaluación emocional de los padres.
- Ginecología: diagnóstico de malformaciones uterinas, miomas o lesiones endometriales.
- Urología: reconstrucción de próstata o vejiga.
- Evaluación de superficies y cavidades.
- Ventajas:
- Mejora la orientación anatómica.
- Favorece la planificación quirúrgica o intervencionista.
- Mayor sensibilidad para detectar ciertas anomalías fetales.
- Ecografía con contraste (CEUS – Contrast Enhanced Ultrasound)
Utiliza microburbujas de gas encapsuladas (no yodadas ni nefrotóxicas) que se administran por vía intravenosa para realzar el flujo sanguíneo en tiempo real.
- Mecanismo:
- Las microburbujas actúan como reflectores acústicos intensos.
- Se comportan de manera diferente a los tejidos en respuesta a los ultrasonidos, generando imágenes dinámicas del llenado vascular.
- Aplicaciones:
- Caracterización de lesiones hepáticas (adenomas, hemangiomas, hepatocarcinoma).
- Evaluación renal y esplénica en pacientes con contraindicación al contraste yodado o gadolinio.
- Valoración de perfusión tumoral y respuesta al tratamiento.
- Detección de fugas vasculares o sangrado activo.
- Ventajas:
- Excelente perfil de seguridad.
- No afecta la función renal.
- Menor costo que la TC o RM con contraste.
- Limitaciones:
- Requiere equipos con software especializado.
- Menor disponibilidad que otras técnicas convencionales.
Resumen comparativo de técnicas
Técnica |
Imagen |
Aplicación principal |
Comentario destacado |
2D |
Escala de grises |
Exploración anatómica general |
Base de toda ecografía médica |
Doppler |
Color + espectro |
Estudios vasculares y flujo fetal |
Información funcional hemodinámica |
3D/4D |
Volumétrica |
Obstetricia, ginecología, partes blandas |
Imágenes anatómicas más detalladas |
Contraste CEUS |
Tiempo real |
Tumores hepáticos, perfusión |
Alternativa segura a medios yodados |
6.3. Aplicaciones clínicas de la Ecografía
La ecografía médica es una técnica de imagen con amplísimo rango de aplicaciones clínicas debido a su portabilidad, seguridad, bajo costo y capacidad para generar imágenes en tiempo real. Se utiliza tanto para diagnóstico como para guía en procedimientos, abarcando desde el control prenatal hasta el manejo de urgencias, patología oncológica, vascular, abdominal, musculoesquelética y más.
- Medicina general y urgencias
- FAST (Focused Assessment with Sonography in Trauma): se utiliza en trauma abdominal para detectar líquido libre en cavidad peritoneal, pericárdica y pleural.
- E-FAST (Extended FAST): añade evaluación pulmonar (neumotórax, hemotórax).
- Evaluación rápida de abdomen agudo: colecistitis, apendicitis, dilatación de vías urinarias, aneurisma de aorta.
- Evaluación del tórax: derrames pleurales, consolidaciones pulmonares, línea pleural en neumotórax.
- Ginecología y obstetricia
- Control del embarazo:
- Detección temprana del embarazo intrauterino.
- Seguimiento del crecimiento fetal.
- Detección de malformaciones congénitas.
- Estimación del líquido amniótico, placenta y bienestar fetal.
- Ecografía transvaginal:
- Valoración del útero, ovarios y endometrio.
- Diagnóstico de miomas, quistes ováricos, endometriosis, embarazo ectópico.
- Control de dispositivos intrauterinos.
- Cardiología
- Ecocardiografía transtorácica (ETT):
- Evaluación de la función sistólica y diastólica del corazón.
- Análisis de válvulas cardíacas (estenosis, insuficiencias).
- Detección de derrame pericárdico, masas intracardíacas, trombos.
- Ecocardiografía transesofágica (ETE):
- Visualización detallada de estructuras cardíacas (aurícula izquierda, válvulas, aorta).
- Ecografía doppler cardíaco:
- Análisis del flujo sanguíneo intracardíaco.
- Estimación de presiones intracardiacas y gradientes valvulares.
- Abdomen y sistema digestivo
- Hígado y vías biliares:
- Hepatomegalia, esteatosis, tumores hepáticos, abscesos.
- Colelitiasis, colecistitis, dilatación de vías biliares.
- Riñones y vejiga:
- Hidronefrosis, litiasis, tumores, infecciones renales.
- Retención urinaria, masas vesicales, control postmiccional.
- Páncreas y bazo:
- Visualización limitada, pero útil en tumores grandes o pancreatitis avanzada.
- Aorta abdominal:
- Detección de aneurismas, trombosis o disección incipiente.
- Urología
- Próstata: volumen prostático, nódulos sospechosos (especialmente con vía transrectal).
- Testículos y escroto: torsión testicular, orquiepididimitis, hidrocele, varicocele, tumores.
- Riñones: control de litiasis, seguimiento postquirúrgico o postlitotricia.
- Medicina interna y enfermedades vasculares
- Evaluación de trombosis venosa profunda (TVP) en miembros inferiores.
- Estudios doppler arteriales: carótidas (estenosis), renales (hipertensión secundaria), extremidades (isquemia).
- Ecografía tiroidea: nódulos, bocio, control postquirúrgico, evaluación de adenopatías cervicales.
- Adenopatías y masas en partes blandas: diferenciación de quistes, abscesos, lipomas o tumores sólidos.
- Oncología
- Detección y seguimiento de masas tumorales en hígado, mama, tiroides, riñón, útero y ovarios.
- Guía para biopsias y procedimientos intervencionistas: punciones, colocación de drenajes, aspiración de líquidos.
- Pediatría y neonatología
- Ecografía transfontanelar: evaluación del sistema ventricular y estructuras cerebrales en neonatos.
- Evaluación abdominal y renal: malformaciones congénitas, infecciones, invaginación intestinal.
- Testículos: torsión testicular neonatal.
- Seguimiento de desarrollo fetal y prematuro.
- Reumatología y musculoesquelético
- Estudio de articulaciones: derrames, sinovitis, erosiones óseas.
- Tendones y ligamentos: desgarros, tenosinovitis, roturas parciales o completas.
- Bursitis, hematomas, cuerpos extraños.
- Guía en infiltraciones intraarticulares o peritendinosas.
Ventajas clínicas generales
- Ideal para seguimiento seriado sin radiación.
- Útil en ambientes de atención primaria, hospitales, quirófanos y UCI.
- Puede aplicarse de forma portátil incluso en zonas rurales o sin acceso a tomografía o RM.
- Extensión creciente del uso de POCUS (Point-of-Care Ultrasound) por parte de médicos no radiólogos.
7. Radiología Intervencionista
7.1. Principios y técnicas de la Radiología Intervencionista
La radiología intervencionista es una subespecialidad de la radiología que combina el conocimiento de la anatomía, la fisiología y la imagen médica para realizar procedimientos diagnósticos y terapéuticos mínimamente invasivos, guiados por técnicas de imagen como fluoroscopía, ecografía, tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM).
Esta disciplina ha revolucionado la medicina moderna al ofrecer alternativas terapéuticas menos invasivas, con menor riesgo, recuperación más rápida y menor tiempo de hospitalización en comparación con la cirugía tradicional.
Principios fundamentales
- Guía por imagen: todos los procedimientos se realizan con ayuda de una modalidad de imagen que permite localizar con precisión la estructura diana y controlar en tiempo real el avance de instrumentos.
- Acceso percutáneo: se accede al interior del cuerpo a través de punciones en la piel, evitando incisiones quirúrgicas.
- Mínima invasividad: se utilizan agujas, catéteres, guías, balones, stents o dispositivos especializados diseñados para actuar con el menor daño posible a los tejidos.
- Orientación terapéutica o diagnóstica: puede tener un fin diagnóstico (como biopsias) o directamente terapéutico (como drenajes, embolizaciones o ablaciones).
Modalidades de imagen utilizadas
- Fluoroscopía: ideal para procedimientos vasculares y digestivos. Permite visualizar en tiempo real el trayecto de contrastes y dispositivos.
- Ecografía: guía accesible y sin radiación, útil en procedimientos superficiales (biopsias, drenajes, acceso vascular).
- TC: proporciona cortes precisos y alta resolución anatómica, ideal para procedimientos profundos.
- RM: menos usada por complejidad técnica, pero útil en procedimientos neurológicos o musculoesqueléticos específicos.
Técnicas generales en radiología intervencionista
- Punción y acceso vascular o tisular
- Se realiza con agujas bajo guía ecográfica o fluoroscópica.
- Se puede colocar un introductor para facilitar el paso de dispositivos.
- Cateterismo guiado
- Uso de catéteres y guías para navegar dentro de vasos o cavidades.
- Se emplean sistemas tipo Seldinger para avanzar sin dañar estructuras.
- Inyección de contraste
- Permite visualizar el trayecto vascular o cavitario.
- Fundamental en procedimientos como angiografías, fistulografías o colangiografías.
- Control postprocedimiento
- Se realiza imagen final para verificar el éxito del procedimiento.
- Evaluación de posibles complicaciones (sangrado, desplazamiento de material, fugas).
Ventajas de la radiología intervencionista
- Procedimientos menos invasivos, con menos dolor y complicaciones.
- Reducción del tiempo de hospitalización y recuperación.
- Menor uso de anestesia general (en la mayoría de casos basta anestesia local y sedación).
- Aplicación en pacientes de alto riesgo quirúrgico.
- Permite repetición o ajustes en procedimientos complejos sin necesidad de reintervenciones mayores.
Áreas de aplicación más frecuentes
- Oncología intervencionista: biopsias, ablación de tumores, quimioembolización.
- Vascular: angioplastias, embolizaciones, colocación de stents.
- Digestivo y urinario: drenajes percutáneos, nefrostomías, colangiografía.
- Accesos vasculares: colocación de catéteres centrales, puertos venosos.
- Musculoesquelético: infiltraciones, vertebroplastias.
Seguridad y consideraciones éticas
- Se requiere siempre consentimiento informado, explicando beneficios, riesgos y alternativas.
- Uso racional de la radiación y contraste (optimización de dosis, uso de protección).
- Evaluación preprocedimiento: laboratorio, estudios de coagulación, revisión de imágenes previas.
- Estricto control del ambiente estéril y de medidas de prevención de infecciones.
7.2. Procedimientos comunes: biopsias, drenajes, angiografía, ablaciones
La radiología intervencionista abarca una variedad de procedimientos mínimamente invasivos que se realizan con el apoyo de técnicas de imagen. Cada uno de estos procedimientos puede tener una finalidad diagnóstica, como las biopsias, o terapéutica, como las embolizaciones o ablaciones tumorales.
A continuación, se describen los procedimientos más representativos:
- Biopsias guiadas por imagen
Objetivo: obtener muestras de tejido para análisis histopatológico.
- Modalidades: ecografía, tomografía computarizada (TC) o fluoroscopía.
- Tipos comunes:
- Biopsia hepática, renal, pulmonar, mamaria, tiroidea, ósea, ganglionar.
- Punción con aguja fina (PAAF) o aguja gruesa (core biopsy).
Ventajas:
- Alta precisión con mínima invasión.
- Ambulatorias o con breve observación postprocedimiento.
- Alternativa segura frente a cirugía exploratoria.
Indicaciones:
- Diagnóstico de tumores, infecciones, enfermedades inflamatorias.
- Clasificación de neoplasias (grado, tipo, biomarcadores).
- Drenajes percutáneos
Objetivo: evacuar líquidos anómalos o infecciosos contenidos en cavidades o colecciones.
- Modalidades: guiado por ecografía o TC.
- Tipos:
- Drenaje de abscesos hepáticos, perirrenales, pélvicos, pulmonares.
- Nefrostomía percutánea (acceso a vía urinaria).
- Colangiostomía (drenaje biliar).
- Drenaje pleural (empíema, hemotórax).
Ventajas:
- Rápida resolución de infecciones.
- Posibilidad de toma de muestra para cultivo.
- Control clínico menos agresivo que cirugía abierta.
Indicaciones:
- Abscesos no drenables por vía espontánea.
- Obstrucciones biliares o urinarias con riesgo de sepsis.
- Angiografía diagnóstica y terapéutica
Objetivo: visualizar y tratar patologías del sistema vascular.
- Técnica:
- Acceso vascular percutáneo (generalmente por la arteria femoral).
- Inyección de contraste y navegación de catéteres bajo fluoroscopía.
- Usos diagnósticos:
- Aneurismas, estenosis, trombosis, malformaciones vasculares.
- Usos terapéuticos:
- Angioplastia con balón: dilatación de estenosis arteriales.
- Colocación de stents: mantener el vaso abierto (ej. carótidas, renales, iliacas).
- Embolización: oclusión selectiva de vasos (hemorragias activas, tumores, malformaciones).
Indicaciones comunes:
- Hemorragias gastrointestinales, postquirúrgicas o traumáticas.
- Fibromas uterinos (embolización arterial uterina).
- Tumores hepáticos (quimioembolización).
- Ablación percutánea de tumores
Objetivo: destruir tejido tumoral localmente sin necesidad de cirugía abierta.
- Técnicas:
- Radiofrecuencia (RFA): calor generado por corriente eléctrica.
- Microondas (MWA): uso de radiación electromagnética.
- Crioablación: congelación rápida y controlada del tejido.
- Modalidades de guía: ecografía, TC, RM.
Indicaciones:
- Tumores hepáticos (HCC, metástasis), renales, pulmonares, óseos.
- Pacientes no candidatos a cirugía.
- Complemento de tratamientos sistémicos oncológicos.
Ventajas:
- Técnica focal y repetible.
- Mínimo tiempo de recuperación.
- Puede realizarse con anestesia local o sedación consciente.
Otros procedimientos frecuentes
- Colocación de catéteres venosos centrales (PICC, port-a-cath).
- Fistulografías: estudio de trayectos anómalos o fístulas.
- Vertebroplastias y cifoplastias: tratamiento del dolor por fracturas vertebrales.
- Trombectomías mecánicas: en casos seleccionados de trombosis aguda.
Importancia clínica
Los procedimientos intervencionistas permiten:
- Resolver urgencias médicas (sangrados, infecciones).
- Mejorar la calidad de vida en pacientes oncológicos o crónicos.
- Evitar cirugías innecesarias o de alto riesgo.
- Integrarse a planes multidisciplinarios de tratamiento.
7.3. Complicaciones y manejo en radiología intervencionista
Aunque la radiología intervencionista se caracteriza por su mínima invasividad y su excelente perfil de seguridad, como cualquier procedimiento médico conlleva riesgos inherentes. Conocer las posibles complicaciones, sus factores predisponentes y las estrategias de prevención y manejo es esencial para reducir la morbilidad y mejorar los resultados clínicos.
Clasificación general de complicaciones
- Complicaciones menores
- Generalmente autolimitadas.
- No requieren intervención mayor.
- No prolongan significativamente la estancia hospitalaria.
- Complicaciones mayores
- Requieren intervención médica o quirúrgica adicional.
- Pueden poner en riesgo la vida o causar secuelas permanentes.
Esta clasificación se utiliza frecuentemente con escalas como la del CIRSE (Cardiovascular and Interventional Radiological Society of Europe) para evaluar riesgos y resultados.
Complicaciones comunes según tipo de procedimiento
- Biopsias percutáneas
- Hematoma local: por punción vascular inadvertida.
- Neumotórax: especialmente en biopsias pulmonares.
- Hemoptisis: por irritación bronquial en biopsias torácicas.
- Infección: poco frecuente, pero posible si no se respeta técnica estéril.
Prevención: revisión de coagulación, elección adecuada de vía de abordaje, uso de imagen en tiempo real.
- Drenajes y accesos percutáneos
- Hemorragia: en órganos muy vascularizados (hígado, riñón).
- Fístulas biliares o urinarias: si hay lesión de estructuras contiguas.
- Infección secundaria: especialmente en colecciones sépticas si no se drenan completamente.
- Mal posicionamiento del drenaje: puede requerir recolocación.
Prevención: imagen de calidad, seguimiento posprocedimiento, antibióticos profilácticos según caso.
- Angiografías y procedimientos vasculares
- Reacción alérgica al contraste yodado.
- Insuficiencia renal aguda por nefrotoxicidad del contraste.
- Punción arterial complicada: hematoma, pseudoaneurisma, fístula arteriovenosa.
- Embolización no selectiva: isquemia de órganos o tejidos sanos.
- Trombosis o embolismo accidental.
Prevención: hidratación preprocedimiento, premedicación en pacientes alérgicos, uso preciso de catéteres y microcatéteres.
- Ablaciones tumorales
- Dolor postprocedimiento: puede ser intenso pero controlable con analgesia.
- Lesión de estructuras adyacentes: como vías biliares, nervios o vasos importantes.
- Síndrome postablación: fiebre, malestar, leucocitosis sin infección; suele ser autolimitado.
Prevención: planificación preprocedimiento con TC o RM, uso de termoprotección (inyección de suero, CO₂), elección del tipo de ablación más adecuada.
Manejo general de complicaciones
- Reconocimiento precoz
- Monitorización clínica inmediata posprocedimiento.
- Uso de imágenes de control (ecografía, TC) para detectar complicaciones ocultas.
- Tratamiento dirigido
- Manejo médico conservador (reposo, líquidos, antibióticos, analgesia).
- Reintervención percutánea (recolocación de drenajes, embolización secundaria).
- En casos severos, derivación a cirugía.
- Prevención sistemática
- Evaluación preprocedimiento completa (laboratorio, historia clínica, estudios previos).
- Uso estricto de técnica estéril.
- Comunicación clara con el paciente y el equipo clínico.
- Consentimiento informado detallado, incluyendo posibles riesgos.
Importancia de un enfoque multidisciplinario
La radiología intervencionista forma parte de equipos multidisciplinarios, donde la comunicación con médicos tratantes, cirujanos, anestesiólogos y enfermería es clave para el éxito y la seguridad del procedimiento.
Además, la formación continua del personal, la estandarización de protocolos y la auditoría de resultados ayudan a reducir complicaciones y a elevar la calidad asistencial.
8. Radiología en Poblaciones Específicas
8.1. Radiología Pediátrica
La radiología pediátrica es una subespecialidad dedicada a la evaluación por imágenes de pacientes desde el período neonatal hasta la adolescencia. A diferencia de los adultos, los niños presentan características anatómicas, fisiológicas y patológicas únicas, lo que exige técnicas adaptadas tanto en adquisición como en interpretación de las imágenes. Además, los pacientes pediátricos son más vulnerables a los efectos biológicos de la radiación, lo que convierte la seguridad en una prioridad absoluta.
Principales diferencias en radiología pediátrica
- Anatomía en desarrollo
- Presencia de cartílago de crecimiento, fontanelas abiertas, osificación incompleta.
- Proporciones corporales diferentes según edad (ej. cabeza grande en neonatos).
- Cambios rápidos en la densidad ósea, estructuras pulmonares y abdominales.
- Fisiología variable
- Mayor frecuencia respiratoria y cardíaca.
- Tolerancia limitada a procedimientos largos o que requieren sedación.
- Colaboración limitada del paciente
- Dificultad para mantener posiciones o inmovilidad.
- Requiere estrategias especiales: inmovilizadores, presencia de cuidadores, técnicas rápidas.
Modalidades de imagen más utilizadas
- Radiografía
- Primera línea en evaluación de tórax, abdomen, huesos y articulaciones.
- Indicaciones comunes:
- Neumonía, asma, bronquiolitis, cuerpos extraños.
- Fracturas (sospecha de maltrato, lesiones en crecimiento).
- Evaluación ósea y de escoliosis.
- Ecografía
- Modalidad ideal en pediatría por ausencia de radiación, bajo costo y portabilidad.
- Aplicaciones comunes:
- Cráneo: ecografía transfontanelar en neonatos (hemorragias, hidrocefalia, malformaciones).
- Abdomen: invaginación intestinal, apendicitis, masas, riñones.
- Genitales: testículos no descendidos, quistes ováricos, torsión testicular/ovárica.
- Cadera: detección precoz de displasia del desarrollo.
- Tomografía Computarizada (TC)
- Se usa con criterios estrictos debido a la alta sensibilidad del tejido pediátrico a la radiación.
- Indicaciones preferenciales:
- Trauma craneal o torácico, fracturas complejas.
- Sospecha de tumores, infecciones profundas.
- Análisis detallado del tórax y abdomen en casos seleccionados.
- Resonancia Magnética (RM)
- Ideal para estudios neurológicos, musculoesqueléticos y oncológicos sin exponer a radiación.
- Limitación: puede requerir sedación, especialmente en menores de 6 años.
- Usos frecuentes:
- Malformaciones cerebrales, epilepsia, tumores del SNC.
- Evaluación de médula espinal y articulaciones.
- Oncología: estadificación y seguimiento.
Patologías frecuentes evaluadas en imágenes
- Neumopatías: neumonía, displasia broncopulmonar, aspiración.
- Anomalías congénitas: cardiacas, renales, digestivas.
- Urgencias abdominales: invaginación, apendicitis, vólvulos.
- Trauma y sospecha de maltrato: fracturas múltiples, hemorragias intracraneales.
- Tumores infantiles: neuroblastoma, nefroblastoma, tumores óseos.
- Enfermedades del desarrollo: displasias esqueléticas, alteraciones del crecimiento.
Principios clave en radiología pediátrica
- Justificación estricta: realizar el estudio solo si hay una indicación clínica sólida.
- Optimización de dosis (ALARA): ajustar parámetros técnicos a la edad, peso y área corporal.
- Técnicas no ionizantes preferidas: ecografía y RM siempre que sea posible.
- Protocolos específicos pediátricos: para cada modalidad y región anatómica.
- Trato humanizado: facilitar la colaboración, tranquilizar al niño, presencia de familiares.
Importancia clínica
La radiología pediátrica es esencial para:
- Diagnóstico precoz de enfermedades congénitas y adquiridas.
- Seguimiento no invasivo de patologías crónicas.
- Apoyo a decisiones clínicas y quirúrgicas en pacientes frágiles o complejos.
8.2. Radiología Geriátrica
La radiología geriátrica se enfoca en la utilización adecuada de las técnicas de imagen para el diagnóstico, control y planificación terapéutica de enfermedades en personas de edad avanzada. Esta población presenta características fisiológicas, patológicas y funcionales particulares, lo que exige un enfoque ajustado tanto desde lo clínico como desde lo ético y técnico.
Consideraciones generales en el adulto mayor
- Polipatología: los pacientes geriátricos suelen presentar múltiples enfermedades crónicas (cardiopatía, EPOC, diabetes, osteoporosis, neoplasias).
- Síndromes geriátricos: como caídas, incontinencia, deterioro cognitivo, inmovilidad, que pueden tener causas multifactoriales y requerir estudios de imagen integrales.
- Fisiología alterada: envejecimiento de los órganos y tejidos, que modifica la interpretación de hallazgos radiológicos (por ejemplo, atrofia cerebral sin patología).
- Mayor riesgo ante medios de contraste: por función renal reducida y comorbilidades cardiovasculares.
- Limitaciones funcionales: dificultad para sostener posiciones, controlar la respiración o tolerar exploraciones prolongadas (RM, TC).
Modalidades de imagen más utilizadas en geriatría
- Radiografía
- Primera línea en muchas situaciones: dolor óseo, caídas, sospecha de fracturas, evaluación torácica.
- Frecuentes indicaciones:
- Fracturas por fragilidad (cadera, vértebras).
- Evaluación de artrosis, espondilosis, deformidades.
- Neumopatías crónicas, insuficiencia cardíaca, masas pulmonares.
- Tomografía Computarizada (TC)
- Útil para evaluar trauma craneoencefálico, abdomen agudo, lesiones óseas complejas, procesos vasculares y tumorales.
- Precaución con el contraste yodado, sobre todo en pacientes con deterioro renal.
- TC de baja dosis puede aplicarse para cribado de cáncer de pulmón en pacientes seleccionados.
- Resonancia Magnética (RM)
- Indicada en casos neurológicos: deterioro cognitivo, enfermedad cerebrovascular, tumores del SNC, mielopatía cervical.
- También útil para evaluación de médula espinal, discos intervertebrales, caderas o rodillas.
- Puede requerir adaptaciones en pacientes con claustrofobia, marcapasos o limitaciones para permanecer acostados.
- Ecografía
- Excelente para estudios vasculares (aneurismas, trombosis), renales, hepatobiliares o de partes blandas.
- Ventaja: sin radiación, portátil, rápida.
- Aplicación creciente en el entorno de atención domiciliaria y urgencias geriátricas.
Patologías frecuentes evaluadas en imágenes
- Fracturas por fragilidad: cadera, muñeca, vértebras.
- Osteoartritis y enfermedad degenerativa articular.
- Deterioro cognitivo y demencias: atrofia cortical, enfermedad de Alzheimer, microinfartos.
- Enfermedad pulmonar crónica: enfisema, fibrosis, infecciones recurrentes.
- Neoplasias: pulmón, colon, mama, próstata.
- Trastornos vasculares: ACV, estenosis carotídea, aneurismas, enfermedad arterial periférica.
- Dolor abdominal o síndrome constitucional: sospecha de cáncer, isquemia intestinal.
Adaptaciones en la práctica geriátrica
- Protocolos ajustados de dosis: menor radiación y contraste en estudios repetitivos.
- Evaluación integral y funcional: las imágenes deben interpretarse en conjunto con la clínica, no aisladamente.
- Consentimiento informado claro: considerar deterioro cognitivo o alteraciones sensoriales.
- Valoración del riesgo-beneficio: cada estudio debe aportar valor real al manejo, evitando exploraciones innecesarias.
Importancia clínica
La radiología geriátrica es esencial para:
- Detectar enfermedades precozmente, incluso antes de síntomas específicos.
- Diferenciar cambios del envejecimiento normal de patologías.
- Guiar tratamientos individualizados con menor invasión y mejor calidad de vida.
- Evitar procedimientos innecesarios o sobretratamientos en pacientes vulnerables.
8.3. Principios de dosis y seguridad en estas poblaciones
Tanto en pacientes pediátricos como geriátricos, la seguridad en los estudios radiológicos debe ser una prioridad, especialmente en lo que respecta a la exposición a radiación ionizante y el uso de medios de contraste. Estas poblaciones son especialmente vulnerables por razones fisiológicas, anatómicas y clínicas, lo que exige un enfoque individualizado, basado en la justificación, optimización y seguimiento.
Principios fundamentales de protección radiológica
- Justificación
- Todo procedimiento debe tener una indicación clínica clara.
- Se debe evaluar si la imagen aportará información útil para el manejo.
- Se deben considerar alternativas sin radiación (ecografía, RM) siempre que sea posible.
- Optimización (principio ALARA: As Low As Reasonably Achievable)
- La dosis debe ser la mínima necesaria para obtener una imagen de calidad diagnóstica.
- Ajuste de parámetros técnicos (kVp, mAs, tiempo de exposición) según edad, peso y zona anatómica.
- Uso de colimación, filtros y técnicas de reducción de dosis (como TC de baja dosis o adquisición automática).
- Protección física
- Empleo de delantales plomados, protectores gonadales, tiroidales y de tórax cuando sea adecuado.
- Asegurar que solo se irradie el área de interés.
- Evitar irradiar innecesariamente a acompañantes (ej. familiares o cuidadores).
Consideraciones especiales en población pediátrica
- Mayor sensibilidad biológica a la radiación: el tejido en desarrollo es más vulnerable a mutaciones y efectos estocásticos.
- Mayor esperanza de vida: lo que prolonga el tiempo en el que pueden aparecer efectos tardíos (como cáncer inducido por radiación).
- Importancia de la educación al personal y a los padres: informar de los beneficios y riesgos, tranquilizar sobre la seguridad.
Recomendaciones específicas:
- Uso preferente de ecografía y RM en todas las edades pediátricas.
- Protocolos pediátricos específicos en TC y radiografía.
- Evitar estudios repetitivos innecesarios o duplicación de imágenes entre instituciones.
Consideraciones especiales en adultos mayores
- Aunque el riesgo a largo plazo por la radiación es menor en ancianos, existen otros riesgos importantes:
- Disfunción renal: aumenta el riesgo de nefropatía por contraste.
- Comorbilidades cardiovasculares: incrementan la probabilidad de efectos adversos sistémicos.
- Fragilidad física y cognitiva: exige procedimientos rápidos, cómodos y bien tolerados.
Recomendaciones específicas:
- Evaluación previa de función renal antes del uso de medios de contraste yodados o gadolínicos.
- Ajuste de dosis de contraste y tiempo de exploración.
- Evitar sedación o posicionamientos incómodos prolongados si no son indispensables.
Consentimiento informado y comunicación efectiva
- El consentimiento informado debe adaptarse al nivel de comprensión del paciente o del tutor legal (en menores o personas con deterioro cognitivo).
- Debe incluir información clara sobre:
- Justificación del estudio.
- Riesgos y beneficios.
- Alternativas disponibles.
Seguimiento y documentación
- En pacientes pediátricos, especialmente oncológicos o con enfermedades crónicas, es útil mantener un registro acumulado de la dosis recibida.
- En geriatría, debe registrarse la respuesta al procedimiento, posibles efectos secundarios y evolución postestudio.
Importancia clínica
Aplicar criterios de seguridad y optimización en estas poblaciones permite:
- Reducir riesgos a corto y largo plazo.
- Mejorar la calidad del cuidado médico.
- Evitar el sobrediagnóstico y la sobreexposición.
- Fortalecer la relación médico-paciente/familia, al mostrar responsabilidad y sensibilidad en la práctica.
9. Radiología en Emergencias y Traumatismos
9.1. Abordaje diagnóstico en situaciones críticas
La radiología en emergencias desempeña un papel esencial en la valoración inicial y el seguimiento de pacientes que presentan condiciones potencialmente mortales o inestables, como traumatismos severos, enfermedades agudas abdominales, torácicas o neurológicas, y otras urgencias médicas. Su valor radica en la rapidez, disponibilidad y capacidad diagnóstica, permitiendo tomar decisiones clínicas inmediatas.
Principios del abordaje diagnóstico radiológico en urgencias
- Rapidez diagnóstica
- Las imágenes deben obtenerse e interpretarse en minutos, especialmente en trauma mayor, ACV o embolia pulmonar.
- La priorización de estudios por gravedad clínica es clave en salas de urgencia y unidades de cuidados intensivos.
- Selección adecuada de la modalidad
- La elección de la técnica de imagen debe basarse en:
- El estado clínico del paciente.
- La sospecha diagnóstica.
- La accesibilidad inmediata del equipo.
- La necesidad de movilizar o no al paciente.
- Colaboración interdisciplinaria
- El radiólogo forma parte activa del equipo de urgencias, aportando hallazgos que guían decisiones terapéuticas inmediatas, desde cirugía hasta tratamiento médico o cuidados paliativos.
Modalidades de imagen en emergencias
- Radiografía convencional
- Ventajas: rápida, portátil, ampliamente disponible.
- Usos comunes:
- Tórax: neumotórax, derrames, edema agudo, colocación de tubos.
- Abdomen: obstrucción, perforación, cuerpos extraños.
- Huesos: fracturas visibles, luxaciones.
- Ecografía (POCUS)
- Ideal para uso al pie de cama, especialmente en trauma y cuidados críticos.
- Aplicaciones:
- FAST: búsqueda de líquido libre en abdomen y pericardio.
- Evaluación pulmonar: derrames, consolidaciones, neumotórax.
- Evaluación cardíaca básica: contractilidad, derrames.
- Guía para accesos venosos o procedimientos urgentes.
- Tomografía Computarizada (TC)
- Técnica de elección en politraumatismo y patología aguda compleja.
- Ventajas:
- Evaluación completa en pocos minutos.
- Reconstrucción multiplanar.
- Detección de lesiones ocultas.
- Indicaciones frecuentes:
- Trauma craneal, facial, cervical, toracoabdominal.
- Sospecha de ACV agudo.
- Dolor torácico: TEP, disección aórtica.
- Abdomen agudo: apendicitis, isquemia, perforación.
- Resonancia Magnética (RM)
- Menor uso en urgencias por el tiempo y logística, pero útil en:
- ACV isquémico hiperagudo (si TC es negativa).
- Evaluación neurológica o espinal en pacientes con déficit neurológico.
- Sospecha de osteomielitis o abscesos profundos.
Algoritmos diagnósticos en escenarios comunes
- Trauma múltiple (politraumatismo)
- TC de cuerpo completo (Total Body CT) en pacientes inestables o con mecanismo de alta energía.
- Evaluación dirigida según escala ABCDE (Airway, Breathing, Circulation…).
- Dolor torácico agudo
- ECG + Rx + AngioTC pulmonar o coronaria.
- Evaluación diferencial: TEP, infarto, disección aórtica, neumotórax.
- Síndrome abdominal agudo
- Ecografía inicial (vesícula, riñones, embarazo).
- TC contrastada si hay signos peritoneales o sospecha de complicación grave.
- Déficit neurológico súbito
- TC sin contraste cerebral inmediata.
- AngioTC si sospecha vascular (oclusión, aneurisma).
- RM si duda diagnóstica y paciente estable.
Factores clave en la imagen en emergencias
- Accesibilidad y disponibilidad 24/7 del equipo de imagen y personal técnico.
- Calidad diagnóstica vs. rapidez: el equilibrio depende del caso clínico.
- Uso racional del contraste y radiación en pacientes inestables o con función renal comprometida.
- Estándares de informe urgente: comunicación directa entre radiólogo y clínico tratante.
Importancia clínica
La imagen en emergencias:
- Salva vidas al detectar lesiones críticas o causas potenciales de deterioro clínico.
- Reduce tiempos de diagnóstico y mejora la eficiencia del tratamiento.
- Optimiza el triaje en servicios de urgencias con alta demanda.
- Minimiza riesgos mediante procedimientos guiados y controlados.
9.2. Protocolos rápidos de imagen
Los protocolos rápidos de imagen están diseñados para brindar una evaluación diagnóstica ágil, sistemática y eficaz en pacientes críticos o con sospecha de lesiones graves. Estos protocolos permiten a los equipos médicos tomar decisiones inmediatas y precisas, optimizando los recursos disponibles y reduciendo riesgos para el paciente.
Se emplean especialmente en escenarios como traumatismos múltiples, accidente cerebrovascular, dolor torácico agudo, sepsis de origen incierto o abdomen agudo.
Características generales de los protocolos rápidos
- Adquisición en pocos minutos.
- Cobertura anatómica amplia o dirigida, según la urgencia.
- Uso de parámetros ajustados para reducir la dosis sin perder calidad diagnóstica.
- Aplicación de contraste intravenoso (si el paciente lo tolera) para evaluar estructuras vasculares y lesiones.
- Lectura inmediata o preliminar por radiólogos de guardia.
- Integración con sistemas de triaje y atención avanzada.
Protocolos más utilizados en la práctica clínica
- Total Body CT (TC de cuerpo completo) en politrauma
- Indicación: pacientes con trauma de alta energía, inconscientes o con mecanismo de lesión complejo.
- Cobertura: cráneo, cuello, tórax, abdomen y pelvis.
- Secuencia:
- TC sin contraste de cráneo.
- TC con contraste desde la base del cráneo hasta pubis (fase arterial/portal).
- Objetivo: detección de hemorragias, fracturas, lesiones viscerales, neumotórax, laceraciones hepáticas/esplénicas, fracturas pélvicas, hematomas retroperitoneales.
- Protocolo de ACV (stroke protocol)
- Indicación: síntomas neurológicos súbitos, sospecha de infarto cerebral o hemorragia.
- Secuencia básica:
- TC sin contraste cerebral: descartar hemorragia.
- AngioTC de vasos cerebrales y cuello: buscar oclusiones o aneurismas.
- Opcional: perfusión cerebral por TC o RM (valoración de penumbra).
- Tiempo total estimado: 10–15 minutos.
- Decisión terapéutica: trombólisis o trombectomía mecánica.
- AngioTC de tórax en sospecha de TEP o disección aórtica
- Indicación: dolor torácico súbito, disnea, síncope, hemoptisis.
- Protocolo:
- TC torácica con sincronización en fase arterial.
- Inyección rápida de contraste con “bolus tracking”.
- Permite detectar:
- Trombosis en arterias pulmonares.
- Dilatación o disección de la aorta.
- Alternativamente, valorar otras causas de dolor (neumonía, masas, fracturas costales).
- Protocolo de abdomen agudo
- Indicación: dolor abdominal intenso, signos peritoneales, fiebre de origen desconocido.
- Técnica:
- TC abdominopélvica con contraste oral (si hay tiempo) y/o intravenoso.
- Corte fino y reconstrucciones multiplanares.
- Objetivo: apendicitis, diverticulitis, perforaciones, obstrucción intestinal, colecistitis, abscesos.
- Protocolo FAST/E-FAST (ecografía rápida en trauma)
- Indicación: trauma cerrado de abdomen, toracotrauma, paciente hipotenso sin causa evidente.
- Zonas evaluadas:
- Pericardio: derrame o taponamiento.
- Cuadrantes abdominales: líquido libre.
- Espacio pélvico: sangre o ascitis.
- Tórax: neumotórax, hemotórax (en E-FAST).
- Ventajas:
- Inmediata, repetible, al pie de cama.
- No requiere contraste ni traslado del paciente.
- Protocolo de imagen en sepsis de foco desconocido
- Indicación: paciente séptico sin localización clara del foco infeccioso.
- Estudios posibles (según sospecha clínica):
- TC de tórax, abdomen y pelvis.
- Ecografía abdominal y renal.
- Ecografía cardíaca (endocarditis).
- RM en caso de sospecha neurológica o abscesos profundos.
Adaptaciones según disponibilidad y paciente
- En pacientes inestables o no transportables, se prioriza ecografía y radiografía portátil.
- En centros sin acceso a TC o RM inmediata, se utilizan estrategias escalonadas.
- La coordinación con el equipo clínico permite optimizar el tipo de imagen y reducir demoras.
Importancia clínica de los protocolos rápidos
- Aumentan la precisión diagnóstica inicial en urgencias.
- Reducen el tiempo de decisión terapéutica.
- Disminuyen errores de omisión en pacientes graves o inconscientes.
- Mejoran la eficiencia del flujo hospitalario y el uso de recursos críticos.
9.3. Identificación de lesiones frecuentes en emergencias y traumatismos
En situaciones de urgencia, la detección precoz y certera de lesiones a través de estudios de imagen puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. El radiólogo debe estar entrenado para identificar patrones lesionales típicos, priorizar hallazgos relevantes y comunicar con inmediatez sus observaciones.
- Lesiones craneoencefálicas
Técnica principal: TC sin contraste (rápida, sensible para hemorragias y fracturas).
- Hemorragia epidural: biconvexa, hiperdensa, generalmente asociada a fractura de cráneo.
- Hemorragia subdural: forma de media luna, desplazamiento del cerebro.
- Hemorragia subaracnoidea: hiperdensidad en cisternas basales o surcos.
- Contusión cerebral: áreas heterogéneas de hiperdensidad/hipodensidad en lóbulos frontales/temporales.
- Fractura de cráneo: lineal o deprimida, puede asociarse a sangrado o fístulas.
- Lesiones torácicas
Técnicas: radiografía de tórax, TC de alta resolución, E-FAST.
- Neumotórax: línea pleural visible con ausencia de marcas pulmonares periféricas.
- Hemotórax: opacidad en base pulmonar, nivel hidroaéreo si hay aire.
- Contusión pulmonar: opacidades mal definidas en parénquima pulmonar.
- Fracturas costales: visibles en Rx, mejor evaluadas por TC.
- Lesión traqueobronquial o esofágica: sospecha por neumomediastino o enfisema subcutáneo.
- Lesiones abdominales y pélvicas
Técnica: TC abdominopélvica con contraste (ideal), ecografía (en inestables).
- Laceración hepática o esplénica: áreas hipodensas mal definidas, hemoperitoneo asociado.
- Hematoma retroperitoneal: aumento de densidad en espacio perirrenal o pélvico.
- Neumoperitoneo: aire libre subdiafragmático (Rx de abdomen en bipedestación o TC).
- Apendicitis aguda: apéndice dilatado >6 mm, engrosamiento de pared, grasa pericecal alterada.
- Obstrucción intestinal: asas dilatadas, niveles hidroaéreos, “pico” de transición.
- Lesiones musculoesqueléticas
Técnicas: radiografía, TC para fracturas complejas, RM si sospecha de partes blandas o neurológicas.
- Fractura expuesta o conminuta: líneas radiolúcidas, desplazamiento, fragmentos múltiples.
- Luxaciones articulares: alteración de la relación articular normal (hombro, cadera, rodilla).
- Fractura de columna vertebral:
- Compresión: colapso del cuerpo vertebral.
- Estallido: fragmentación con riesgo neurológico.
- Fractura-luxación: grave, requiere estabilización urgente.
- Fracturas por fragilidad en ancianos: cadera, vértebras, muñeca.
- Lesiones vasculares
Técnica: AngioTC, ecografía Doppler.
- Trombosis venosa profunda: vena no compresible, flujo ausente en Doppler.
- Trombosis arterial aguda: defecto de llenado en angioTC.
- Disección aórtica: línea intimal, doble lumen en la aorta.
- Embolia pulmonar: defecto de repleción en arterias pulmonares.
- Lesiones ginecológicas y obstétricas en urgencia
Técnica: ecografía transabdominal o transvaginal.
- Embarazo ectópico: masa anexial con o sin saco gestacional, líquido libre pélvico.
- Torsión ovárica: aumento de volumen, ausencia de flujo en Doppler.
- Hemorragia obstétrica: hematomas retroplacentarios, desprendimiento placentario.
- Hallazgos incidentales críticos
En contextos de trauma o emergencia, también pueden detectarse hallazgos inesperados que requieren atención inmediata:
- Aneurismas no diagnosticados.
- Tumores hemorrágicos.
- Neumotórax espontáneo.
- Cuerpos extraños.
- Sangrados activos o abscesos sin sospecha previa.
Importancia clínica
- Permite la priorización terapéutica inmediata.
- Facilita el triaje y manejo multidisciplinario.
- Mejora la supervivencia y recuperación funcional del paciente.
- Ayuda a anticipar complicaciones y planificar intervenciones.
10. Áreas Especializadas en Radiología
10.1. Radiología Musculoesquelética
La radiología musculoesquelética se encarga del estudio por imagen del sistema óseo, articulaciones, músculos, tendones, ligamentos y tejidos blandos. Es fundamental para el diagnóstico y seguimiento de patologías traumáticas, degenerativas, inflamatorias, infecciosas y tumorales. Su utilidad abarca desde la evaluación básica por radiografía hasta técnicas avanzadas como la resonancia magnética (RM) y la ecografía de alta resolución.
Modalidades más empleadas
- Radiografía convencional
- Primera herramienta diagnóstica por su rapidez y disponibilidad.
- Evaluación de:
- Fracturas y luxaciones.
- Cambios degenerativos (artrosis, espondilosis).
- Enfermedades metabólicas óseas (osteoporosis, osteomalacia).
- Tumores óseos y alteraciones del crecimiento en niños.
- Ecografía musculoesquelética
- Muy útil para:
- Evaluar tendones, ligamentos, bursas y músculos.
- Detección de derrames articulares.
- Guía para infiltraciones y aspiraciones.
- Diagnóstico de roturas tendinosas (ej. manguito rotador, tendón de Aquiles).
- Ventaja: exploración dinámica y comparativa.
- Resonancia Magnética (RM)
- Modalidad de elección para el estudio detallado de:
- Cartílago articular, meniscos, médula ósea.
- Lesiones de ligamentos (LCA, LCP, ligamentos colaterales).
- Fracturas ocultas, tumores y osteomielitis.
- Evaluación prequirúrgica y postoperatoria.
- Alta sensibilidad para edema óseo (trauma, sobrecarga, infección).
- Tomografía Computarizada (TC)
- Más útil para valorar:
- Fracturas complejas, especialmente en zonas articulares.
- Evaluación de consolidación ósea o artrodesis.
- Estudio tridimensional del esqueleto.
- Detección de calcificaciones o cuerpos extraños radiolúcidos.
Patologías frecuentes por región
Columna vertebral
- Fracturas vertebrales (osteoporóticas, traumáticas).
- Hernias discales, estenosis de canal (TC y RM).
- Espondilolistesis, espondilitis, espondiloartrosis.
- Lesiones medulares, tumores vertebrales.
Miembros superiores
- Lesiones del hombro: rotura del manguito rotador, tendinitis, bursitis.
- Codo: epicondilitis, lesiones ligamentosas, fracturas supracondíleas.
- Muñeca y mano: fracturas del escafoides, artrosis trapeciometacarpiana, tenosinovitis.
Miembros inferiores
- Rodilla: lesiones meniscales, ligamentos cruzados, condromalacia, quistes de Baker.
- Cadera: artrosis, necrosis avascular, displasia, fracturas del cuello femoral.
- Tobillo y pie: esguinces, fracturas del astrágalo o calcáneo, fascitis plantar.
Sistema óseo general
- Fracturas por estrés en deportistas.
- Tumores óseos benignos (osteocondromas, encondromas) y malignos (osteosarcoma, Ewing, metástasis).
- Infecciones: osteomielitis, artritis séptica.
- Enfermedades reumatológicas: artritis reumatoide, gota, lupus.
Aplicaciones intervencionistas
- Infiltraciones guiadas por ecografía o TC (corticoides, anestésicos).
- Aspiración de líquidos articulares o abscesos musculares.
- Biopsias óseas en lesiones sospechosas.
- Vertebroplastias y cifoplastias en fracturas vertebrales dolorosas.
Importancia clínica
La radiología musculoesquelética:
- Mejora el diagnóstico de dolor articular, tumefacción o limitación funcional.
- Guía decisiones quirúrgicas o rehabilitadoras.
- Facilita el seguimiento de enfermedades crónicas como la artritis.
- Permite un abordaje menos invasivo mediante técnicas intervencionistas.
10.2. Imagenología Cardiovascular
La imagenología cardiovascular comprende el uso de técnicas radiológicas avanzadas para estudiar el corazón y el sistema vascular en su conjunto. Gracias a los avances tecnológicos, hoy es posible visualizar en detalle estructuras cardíacas, arterias coronarias, grandes vasos y circulación periférica con una combinación de precisión anatómica y evaluación funcional.
Modalidades principales en imagen cardiovascular
- Radiografía de tórax
- Aunque limitada, sigue siendo útil como primer estudio.
- Detecta cardiomegalia, calcificaciones vasculares, derrames pericárdicos o pleurales, signos de insuficiencia cardíaca.
- Ecocardiografía (US cardíaco)
- Técnica de elección inicial para evaluar estructura y función del corazón.
- Modalidades:
- Transtorácica (ETT): no invasiva, accesible.
- Transesofágica (ETE): mejor definición de válvulas y aurícula izquierda.
- Aplicaciones:
- Función ventricular, valvulopatías, derrames pericárdicos.
- Endocarditis, trombos intracavitarios, miocardiopatías.
- Tomografía computarizada cardíaca (TC cardíaca / AngioTC coronaria)
- Permite evaluar de forma no invasiva las arterias coronarias.
- Indicaciones:
- Dolor torácico de bajo o intermedio riesgo.
- Evaluación de anomalías coronarias congénitas.
- Planificación prequirúrgica o preablación.
- Calcio score (CAC):
- Cuantifica la carga de calcificación coronaria como predictor de riesgo cardiovascular.
- Resonancia magnética cardíaca (RM cardíaca)
- Técnica de alta resolución para caracterización tisular y funcional.
- Aplicaciones:
- Miocardiopatías: dilatada, hipertrófica, restrictiva, arritmogénica.
- Realce tardío con gadolinio: detecta fibrosis, necrosis o infiltración.
- Miocarditis, amiloidosis, sarcoidosis cardíaca.
- Evaluación de viabilidad miocárdica postinfarto.
- Angiografía por cateterismo (coronariografía)
- Estándar de oro para visualización de arterias coronarias.
- Diagnóstico y tratamiento de estenosis mediante angioplastia y colocación de stent.
- Invasiva, con riesgos asociados, reservada para casos en que se espera una intervención.
- Angiografía vascular (AngioTC / AngioRM)
- Permite evaluar vasculatura extracardíaca de forma no invasiva.
- Regiones frecuentes:
- Aorta (aneurismas, disecciones).
- Carótidas y vertebrales (estenosis, placas).
- Arterias renales (hipertensión secundaria).
- Miembros inferiores (enfermedad arterial periférica).
- Vasos pulmonares (tromboembolismo pulmonar).
Patologías comunes evaluadas
Cardíacas:
- Enfermedad coronaria (estenosis, oclusiones, placas).
- Infarto agudo de miocardio, isquemia silenciosa.
- Miocarditis, miocardiopatías (dilatada, hipertrófica).
- Valvulopatías: estenosis, insuficiencia, calcificaciones.
- Pericarditis, derrame o taponamiento cardíaco.
- Masas intracardíacas (tumores, trombos, vegetaciones).
Vasculares:
- Aneurismas (aorta torácica, abdominal, cerebral).
- Disección aórtica: emergencia vital que requiere diagnóstico inmediato por AngioTC.
- Estenosis carotídea: factor de riesgo para ACV.
- Trombosis venosa profunda y embolismo pulmonar.
- Vasculitis sistémicas: arteritis de Takayasu, enfermedad de Behçet, PAN.
Aplicaciones clínicas especiales
- Evaluación prequirúrgica: en trasplante cardíaco, reparación valvular, aneurismas.
- Seguimiento de pacientes con marcapasos, stents, prótesis valvulares.
- Planificación de procedimientos de electrofisiología (ablaciones, colocación de dispositivos).
- Cribado en pacientes con factores de riesgo cardiovascular.
Importancia clínica
La imagen cardiovascular:
- Permite una estratificación de riesgo precisa.
- Reduce la necesidad de procedimientos invasivos innecesarios.
- Mejora el diagnóstico de síndromes coronarios agudos atípicos.
- Es esencial en el manejo de enfermedades sistémicas con compromiso cardiovascular.
10.3. Imagenología Mamaria
La imagenología mamaria comprende el conjunto de técnicas radiológicas empleadas para evaluar el tejido mamario, identificar lesiones sospechosas, caracterizar masas y guiar intervenciones diagnósticas o terapéuticas. Su principal objetivo es detectar el cáncer de mama en fases tempranas, cuando las probabilidades de tratamiento exitoso son más altas, pero también juega un papel importante en el estudio de lesiones benignas, inflamatorias y traumáticas.
Técnicas principales de imagen mamaria
- Mamografía
- Técnica estándar para el cribado del cáncer de mama en mujeres a partir de los 40–50 años.
- Utiliza rayos X de baja dosis, adaptados al tejido mamario.
- Puede ser 2D convencional o 3D (tomosíntesis), que mejora la detección en mamas densas.
Indicaciones:
- Cribado poblacional (detección en mujeres asintomáticas).
- Estudio de nódulos, secreción mamilar, dolor localizado.
- Seguimiento postquirúrgico o tras tratamiento oncológico.
Hallazgos comunes:
- Nódulos, microcalcificaciones, distorsión arquitectónica.
- Clasificación según BI-RADS (categorías 0 a 6).
- Ecografía mamaria
- Complementaria a la mamografía, especialmente útil en mujeres jóvenes o con mamas densas.
- Ventajas:
- No usa radiación.
- Detecta lesiones no visibles en mamografía.
- Permite estudio dinámico y guiado de zonas dolorosas o palpables.
Usos frecuentes:
- Diferenciación entre quistes y masas sólidas.
- Evaluación de nódulos sospechosos o BI-RADS 3–5.
- Guía para biopsias percutáneas.
- Resonancia magnética mamaria (RM)
- Alta sensibilidad para detectar lesiones, especialmente en pacientes con alto riesgo genético (BRCA).
- Utiliza gadolinio para evaluar el patrón de captación de lesiones.
Indicaciones:
- Cribado en pacientes de alto riesgo.
- Valoración de extensión tumoral (cáncer multifocal o bilateral).
- Evaluación de respuesta a quimioterapia.
- Estudio de prótesis mamarias (ruptura, contractura).
- Biopsias guiadas por imagen
- Biopsia con aguja gruesa (core biopsy) o aspiración con aguja fina (PAAF).
- Guía por:
- Ecografía: más común, en tiempo real.
- Estereotaxia: para microcalcificaciones visibles en mamografía.
- RM: en lesiones solo visibles en este método.
Clasificación BI-RADS
El sistema BI-RADS (Breast Imaging Reporting and Data System) estandariza la interpretación de estudios mamarios y orienta la conducta clínica.
BI-RADS |
Interpretación |
Conducta sugerida |
0 |
Estudio incompleto |
Requiere estudios adicionales |
1 |
Negativo |
Control habitual |
2 |
Hallazgo benigno |
Control habitual |
3 |
Probablemente benigno (<2%) |
Seguimiento en 6 meses |
4 |
Sospechoso de malignidad (3–94%) |
Biopsia |
5 |
Altamente sugestivo de malignidad |
Biopsia / tratamiento |
6 |
Malignidad conocida |
Tratamiento ya en curso |
Patologías frecuentes
- Benignas:
- Quistes simples, fibroadenomas, ectasia ductal, mastitis, lipomas.
- Malignas:
- Carcinoma ductal infiltrante (más común).
- Carcinoma lobulillar, carcinoma in situ.
- Lesiones multifocales o multicéntricas.
- Otros hallazgos:
- Microcalcificaciones sospechosas (agrupadas, pleomórficas).
- Distorsiones estructurales sin masa definida.
Programas de cribado
- Recomendaciones generales:
- Mamografía anual o bianual en mujeres de 40–74 años, según guías locales.
- En mujeres de alto riesgo: iniciar cribado antes (30–35 años) y añadir RM.
- Objetivo: reducir la mortalidad mediante detección precoz.
Importancia clínica
La imagenología mamaria:
- Permite diagnóstico temprano del cáncer, lo cual mejora el pronóstico.
- Guía tratamientos conservadores y seguimiento postquirúrgico.
- Reduce procedimientos innecesarios con el uso de clasificación estandarizada (BI-RADS).
- Es clave en el diseño de programas de salud pública de prevención.
10.4. Radiología Oncológica
La radiología oncológica constituye una herramienta esencial en la lucha contra el cáncer, ya que permite identificar lesiones malignas, evaluar la extensión de la enfermedad, planificar tratamientos y monitorear la respuesta terapéutica. Gracias a los avances en modalidades de imagen, la radiología oncológica ha permitido un abordaje más preciso y personalizado, integrándose en los protocolos multidisciplinarios de manejo oncológico.
Modalidades y técnicas utilizadas
- Tomografía Computarizada (TC)
- Es el método más utilizado para la estadificación y seguimiento de tumores, ya que ofrece cortes transversales con alta resolución.
- Permite la evaluación de órganos abdominales, torácicos, cerebrales y esqueléticos.
- La TC con contraste es crucial para identificar la vascularización tumoral y definir márgenes de lesión.
- Resonancia Magnética (RM)
- Proporciona imágenes de excelente contraste de tejidos blandos, fundamentales en la evaluación de tumores cerebrales, hepáticos, pélvicos y musculoesqueléticos.
- La RM funcional (con secuencias de realce tardío) ayuda a diferenciar áreas de fibrosis de tejido viable y evaluar la respuesta a terapias.
- Es especialmente útil en pacientes donde se busca evitar la exposición a radiación ionizante.
- Ecografía
- Se utiliza en la evaluación de lesiones superficiales, guiar biopsias y procedimientos intervencionistas.
- La ecografía Doppler y, en ocasiones, la ecografía con contraste, permiten evaluar la vascularización tumoral.
- Es valiosa en la detección inicial de nódulos en tiroides, mama, hígado y otros tejidos blandos.
- Imagenología Molecular y PET/TC
- La tomografía por emisión de positrones (PET) combinada con TC ofrece información tanto anatómica como funcional.
- Permite detectar áreas de alta captación metabólica propias de tumores, evaluar la diseminación y detectar recurrencias.
- Es fundamental en la estadificación de diversos cánceres (pulmón, linfomas, melanoma, entre otros).
- Imagenología guiada en procedimientos intervencionistas
- La radiología oncológica intervencionista se encarga de procedimientos como biopsias, ablaciones y embolizaciones.
- Estas técnicas mínimamente invasivas permiten obtener diagnósticos histopatológicos y ofrecer tratamientos focales con menor morbilidad.
Aplicaciones clínicas en oncología
- Diagnóstico y estadificación
- Determinar el tamaño, forma, localización y extensión local o a distancia de la lesión tumoral.
- La identificación de metástasis en ganglios linfáticos, huesos, hígado, pulmón y cerebro es fundamental para definir el estadio de la enfermedad.
- Planificación terapéutica
- La imagenología orienta la toma de decisiones para cirugía, radioterapia, quimioterapia y terapias dirigidas.
- La planificación preoperatoria con reconstrucciones 3D y la evaluación de la relación del tumor con estructuras vasculares y nerviosas es crucial.
- Monitoreo y evaluación de respuesta
- Se realiza el seguimiento de la respuesta a tratamientos oncológicos mediante cambios en el tamaño tumoral, características de realce y captación metabólica.
- Los criterios RECIST (Response Evaluation Criteria In Solid Tumors) se utilizan para cuantificar la respuesta a la terapia.
- Detección de recurrencias
- La vigilancia posratamiento mediante estudios de imagen permite la detección temprana de recurrencias locales o metastásicas, lo que facilita intervenciones oportunas.
- Terapia local dirigida
- Procedimientos intervencionistas como la ablación (radiofrecuencia, microondas, crioablación) permiten tratar tumores en etapas tempranas o en pacientes no candidatos a cirugía mayor.
- La embolización y quimioembolización son opciones en tumores hepáticos y en otros órganos, reduciendo el flujo sanguíneo tumoral y potenciando el efecto de la quimioterapia.
Ventajas y desafíos
- Ventajas
- Permite un abordaje multidimensional, integrando datos anatómicos y funcionales.
- Facilita el seguimiento continuo y la toma de decisiones en tiempo real.
- Contribuye a la personalización del tratamiento oncológico, optimizando la relación beneficio/riesgo.
- Desafíos
- La complejidad de la patología oncológica requiere una interpretación experta y multidisciplinaria.
- La exposición a radiación y el uso de medios de contraste deben ser cuidadosamente balanceados, especialmente en pacientes con tratamientos prolongados.
- La integración de nuevas técnicas, como la imagenología molecular, demanda actualización constante y recursos tecnológicos avanzados.
Importancia clínica
La radiología oncológica es crucial en:
- Detección precoz y diagnóstico del cáncer.
- Precisa estadificación que define el plan de tratamiento.
- Monitoreo de la eficacia terapéutica y detección de recurrencias.
- Intervenciones mínimamente invasivas que complementan o sustituyen a la cirugía tradicional.
- Optimización de la atención integral de pacientes oncológicos, reduciendo tiempos de espera y mejorando la calidad de vida.
11. Conclusiones y Recursos Complementarios
Conclusión general
La radiología es una disciplina esencial en la medicina moderna, presente en todas las etapas del proceso clínico: detección, diagnóstico, tratamiento, seguimiento y prevención. A lo largo de esta guía, hemos recorrido desde los principios físicos y las modalidades básicas, hasta las aplicaciones especializadas en contextos clínicos, poblaciones específicas y situaciones de urgencia.
Con el avance constante de la tecnología, la radiología no solo se ha consolidado como una herramienta diagnóstica de alto valor, sino que también ha adquirido un rol terapéutico protagónico, como lo demuestra el desarrollo de la radiología intervencionista. Además, la integración de la imagenología con inteligencia artificial, tecnologías híbridas y biología molecular augura un futuro aún más prometedor, con diagnósticos más precisos y tratamientos personalizados.
Aprendizajes clave
- La justificación y optimización de la dosis son principios éticos fundamentales en cualquier estudio de imagen.
- Cada modalidad (Rx, TC, RM, ecografía, PET) tiene indicaciones precisas y limitaciones que deben conocerse y respetarse.
- El enfoque sistemático en la interpretación y la familiaridad con artefactos reducen errores diagnósticos.
- La radiología es una herramienta interdisciplinaria, que debe integrarse al contexto clínico del paciente.
- En poblaciones vulnerables (niños, adultos mayores), se requiere un enfoque adaptado y seguro.
- La formación continua y el uso de recursos actualizados son claves para la excelencia profesional.
Bibliografía recomendada
- Brant & Helms – Fundamentals of Diagnostic Radiology
- Grainger & Allison’s Diagnostic Radiology
- Felson’s Principles of Chest Roentgenology
- Radiology Review Manual – Wolfgang Dähnert
- Manual de Diagnóstico por Imágenes – Caceres, Bartrés, Lucaya
- ACR Appropriateness Criteria® (American College of Radiology)
- Radiopaedia.org (plataforma abierta con casos y artículos revisados por expertos)
- European Society of Radiology (ESR) – publicaciones y white papers especializados
Guías clínicas y protocolos actualizados
- OMS – Organización Mundial de la Salud: estándares internacionales de imagen segura.
- American College of Radiology (ACR): guías sobre uso adecuado de modalidades de imagen.
- Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM) y otras sociedades regionales.
- National Comprehensive Cancer Network (NCCN): protocolos en imagen oncológica.
- Societies of Pediatric, Cardiovascular, Interventional, and Breast Imaging.
Plataformas digitales y software recomendados
- Radiopaedia: plataforma educativa colaborativa.
- StatDx (Elsevier): herramienta de diagnóstico diferencial en radiología.
- Pacsbin: visualizador de imágenes con casos interactivos.
- OsiriX / Horos: visores DICOM para práctica clínica y educación.
- Radiology Assistant: resúmenes prácticos, algoritmos y casos.
- Qure.ai / Aidoc / Arterys: inteligencia artificial aplicada a imagen médica.
Recomendaciones finales para el estudiante y profesional en formación
- Desarrolla una lectura sistemática por modalidad y región anatómica.
- Fortalece tus conocimientos en anatomía radiológica y correlación clínica.
- Aprende a reconocer variantes normales y patrones patológicos comunes.
- Participa en sesiones clínicas multidisciplinarias y revisa imágenes reales.
- Mantente actualizado con literatura científica y guías internacionales.
- Cultiva una actitud crítica, ética y orientada a la seguridad del paciente.
La radiología es mucho más que una imagen: es un lenguaje que traduce el cuerpo humano en señales visuales interpretables, y que ayuda a responder con precisión las preguntas clínicas más complejas. El dominio de sus fundamentos y técnicas, acompañado de criterio clínico y sensibilidad humanista, permite al profesional de la salud integrar la imagen al cuidado del paciente de forma efectiva y responsable.
resuelve este pequeño cuestionario
La ecografía utiliza radiación ionizante para generar imágenes.
La tomografía computarizada (TC) permite obtener imágenes en cortes axiales del cuerpo.
La ley de atenuación exponencial explica cómo la radiación disminuye al atravesar la materia.
La resonancia magnética es especialmente útil en estudios óseos debido a su alta densidad de radiación.
La radiología intervencionista incluye procedimientos como biopsias guiadas e inserción de catéteres.